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Ajuste de cuentas en plena campaña

el 06 nov 2011 / 08:47 h.

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Los posibilistas del PSOE, también en Andalucía, creen que para lo que queda de campaña habría que empezar a ser realista y no intentar una remontada que va a ser imposible sino una derrota dulce, como la que al final se cosechó en 1996. Aseguran que los mensajes deben sobre todo alertar de lo malo que sería una mayoría absolutísima, como la que pronostican las encuestas, y agitar el estómago de aquellos que en otras ocasiones fueron sus votantes pero que el 20-N dicen que se van a quedar en su casa, hastiados de la política y de la gestión del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, castigados por el paro y la crisis. Lo que deben evitar a toda costa, dicen los partidarios de esta doctrina, es que esos desencantados viren hacia el PP, el temido trasvase de votos, y apuestan por meter miedo con la derecha. En Andalucía así más o menos se está resolviendo la campaña en boca de los socialistas. Una contienda a la que el CIS puso titulares bastante definitivos el pasado viernes, cuando en la encuesta más fiable que se hace en España pronosticó una diferencia de hasta 17 puntos a favor del PP y un vuelco histórico en Andalucía con los populares aportando al Congreso los 35 diputados que en otros tiempos llevó el PSOE. Son tan buenos los resultados que el PP hasta habla de una “conspiración de los socialistas” para desmovilizar a su electorado. Tan sorprendentes declaraciones salieron del líder de los populares andaluces, Javier Arenas, que trata de frenar la euforia en la que está montada toda su partido y que teme que se lo pueda llevar por delante. El PP no teme en realidad que su electorado se desmovilice sino que se movilice el del PSOE y que los indecisos acaben yendo a votar y no precisamente a su partido. Es decir, teme justo ese posibilismo por el que pelean los socialistas.

Y esos resultados podrían confirmar meses después una mayoría absoluta para Javier Arenas en Andalucía. Justo esa mayoría es al parecer la que pronostica por segundo año consecutivo la otra gran encuesta en Andalucía, la del IESA, dependiente del CIS y que se difundirá después del 20-N aunque las entrevistas telefónicas se hicieron tras el verano. Que nadie vea en ese retraso una estrategia del Gobierno de Griñán porque los socialistas andaluces son los más interesados en que el sondeo salga antes de las elecciones generales y no quieren que después del 20-N sigan cayendo mazazos que amarguen el camino hacia la primavera. Y de qué sirve una encuesta cuando el sondeo más fiable es el de las urnas. Pues de nada. Posiblemente muchos admitan que es algo absurdo que ese sondeo andaluz, hecho en septiembre, salga después del 20-N pero es que el tiempo de elaboración y cocina, dicen los expertos, es imposible reducirlo.

De momento los temas centrales de la campaña en Andalucía van de números, pero no solo de las cifras de los sondeos, sino sobre todo de las del Presupuesto andaluz que el lunes llegó al Parlamento y que se debatirá esta misma semana. Ya ha dicho el líder del PP andaluz que si llega a San Telmo habrá nuevo  Presupuesto en mayo. ¿Cómo será? Pues eso aún tienen que contarlo los populares que aseguran que están trabajando por presentar en el Parlamento una alternativa lo más detallada posible. El PP desprecia el Presupuesto por “electoralista” y aseguran que se ha hecho para la campaña electoral. Pues bien, desde el Gobierno andaluz le replican como puede decir eso de unas cuentas “socialdemócratas” que suben impuestos. Pero el verdadero lío con las cuentas se ha armado esta semana cuando saltó la liebre y se confirmó que la Junta se ha cargado las partidas provincializadas que llevan años defendiendo en las provincias. Ahora aseguran que es más “flexible” y “más eficaz” que las partidas inversoras queden en manos de Hacienda y que se vayan librando conformen se liciten las obras. Puede sonar razonable pero claro, cuando los consejeros del Gobierno andaluz llevan años vendiendo a todo tren las inversiones en sus provincias pues ahora resulta algo increíble. Pega más que haya bajado tanto la inversión que en año electoral no interese alimentar ese agravio provincial que tanto mal hace.

Aunque parezca que llevamos meses de campaña, la de verdad comenzó hace pocos días. Y ya hay un recurso admitido en la Junta Electoral. El PP ha denunciado que los socialistas se paseen por los colegios alertando de los recortes en lo público que supondría su llegada al Gobierno. La campaña es de Mario Jiménez, portavoz parlamentario. Seguirá esta semana en los centros de salud.

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