Jorge Garbajosa no vendrá al Cajasol. Así lo afirmaban ayer en los despachos del club del San Pablo, donde observan más contras que pros en el abordaje del internacional español, que es probable que acabe en Unicaja. En la entidad sevillana se han limitado a escuchar el ofrecimiento del agente del ala-pívot, Arturo Ortega, quien tiene hasta el lunes para buscar acomodo a Garbajosa en otro equipo ACB después de que el Real Madrid le haya dado la baja federativa, que no la definitiva, puesto que el jugador exige cobrar todo su contrato y el club de Concha Espina le conmina a perdonar el salario de estos meses, unos 700.000 euros.
El jugador ha exigido de partida a los pretendientes, entre los que también figura el Lagun Aro, firmar por lo que resta de temporada y otra más y en la entidad sevillana no quieren empezar a hipotecar el proyecto de la próxima temporada con un jugador de calidad pero veterano, que además, resultaría caro. Por otro lado, aunque existe el convencimiento de que la principal mejora que necesita el equipo está en la posición de cuatro -Katelynas, salvo cambio radical, no seguirá la próxima temporada-, tampoco quieren desvirtuar la filosofía de contratar jugadores jóvenes con proyección que crezcan al lado de algunos veteranos, y piensan que el cupo, por este lado, ya está cubierto con Kirksay y Bullock. Seguramente, el rendimiento por debajo de lo esperado del estadounidense también pesa en el ‘caso Garbajosa'. Tampoco Joan Plaza está convencido de traer ahora un jugador por unos meses, en el caso de que Garba acepte venir sólo hasta final de temporada. Otra posibilidad en estudio en el Caja es el ofrecimiento por parte de Unicaja de la cesión hasta junio de Guillem Rubio, quien dejaría hueco precisamente en Málaga a Garbajosa.
