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'Al final nos han echado del pueblo'

El fantasma del racismo planea de nuevo sobre El Saucejo, después de que seis gitanos de la misma familia fueran conducidos a prisión -donde permanecen- hace dos meses tras una pelea con otros vecinos.

el 15 sep 2009 / 03:35 h.

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El fantasma del racismo planea de nuevo sobre El Saucejo, después de que seis gitanos de la misma familia fueran conducidos a prisión -donde permanecen- hace dos meses tras una pelea con otros vecinos. Así lo denunciaron ayer sus mujeres, que tuvieron que refugiarse en el campo, como ya hicieron tras los disturbios raciales de 2006.

Yolanda Guerrero no es gitana pero su marido sí y asegura que "en El Saucejo no quieren a ninguno y al final han conseguido echarnos del pueblo". Junto a otras esposas, relató como el 29 de febrero "unos 150 vecinos atacaron la furgoneta en la que viajaba mi marido con palos y hachas".

Hacía apenas unos días que habían decidido volver a su pueblo, de donde es su familia política, después de "huir a Osuna para vivir de alquiler" a raíz de los conflictos raciales de mayo de 2006 -tras una pelea en la romería en la que estaban implicados los ahora detenidos- y que acabaron con el asalto a unas viviendas protegidas que, decían, iban a ser para los gitanos y que siguen paradas. Al pasar frente a un bar del pueblo "más de 100 castellanos la emprendieron con el vehículo" en el que iban los hermanos Juan, David, Antonio y Jesús junto a Francisco y José, también hermanos y primos del resto que "sólo se defendieron".

Según el abogado de las familias, Jorge Corona, "a pesar de que hubo heridos en ambas partes sólo se detuvo a los seis gitanos (de entre 25 y 34 años)", apuntando que incluso el otro ocupante de la furgoneta "que es payo" no fue detenido. Según explicó, se les acusa de "tentativa de homicidio, desórdenes, lesiones y daños" a pesar de que "los atacantes ni siquiera tuvieron que declarar".

Mora destacó lo "desproporcionado" de la prisión preventiva -ante la que hay recurso- ya que "está demostrado su arraigo en el pueblo y trabajan" (son albañiles y temporeros) por lo que "no hay riesgo de fuga".

Según relataron las mujeres, "tras la pelea tuvimos que refugiarnos una semana en el campo con siete niños como hace dos años" para volver a Osuna. Por ello, "vamos a perder nuestras casas en El Saucejo porque no podemos pagar una hipoteca, un alquiler y comer". Durante estos años, "los insultos y agresiones por parte de unos cuantos" han sido continuos a pesar de que "sólo dos optaban a una de las casas" de la polémica.

Ayer, Asunción García Acosta, de la Asociación Pro Derechos Humanos de los Menores, respaldó a las familias y denunció los casos de "racismo" que, aseguró, se están cometiendo.

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