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Al Qaeda pondrá fin al secuestro sólo si España atiende sus exigencias

Los terroristas dicen que liberaron a Alicia Gámez porque se convirtió al Islam y también por su delicado estado de salud.

el 12 mar 2010 / 20:20 h.

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Los tres cooperantes secuestrados, Gámez con la cara pixelada, junto a sus raptores.

El grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) condicionó ayer en un comunicado la "seguridad" de los dos rehenes españoles que mantiene secuestrados desde el pasado mes de noviembre a que se satisfagan sus demandas. En la nota, que apareció dos días después de la liberación de Alicia Gómez -secuestrada el pasado 29 de noviembre junto a Roque Pascual y Albert Vilalta, todavía cautivos- Al Qaeda apremia al Gobierno español para que cumpla sus "exigencias", que en ningún momento especifica.

"Decimos al Gobierno español que este paso positivo de los muyahidines [la liberación de Gámez] exige de vosotros la satisfacción de nuestras exigencias legítimas como única condición para garantizar la seguridad de vuestros dos ciudadanos", dicen.
Se trata, según aseguraba ayer El País, de un rescate de unos cinco millones de dólares (3,7 millones de euros) y de la excarcelación de presos islamistas de la prisión de Nuackchot. Esta última exigencia es difícil de satisfacer porque, al menos públicamente, el Gobierno de Mauritania se niega a soltarles.

La nota de los terroristas, de la que se hizo eco el canal emiratí con capital saudí Al Arabiya, insta también a la "opinión pública española a que aumente las presiones a su Gobierno". Asimismo, Al Qaeda subraya que la puesta en libertad de la cooperante Alicia Gámez se debió a su estado de salud y a que se convirtió al Islam. Conforme al texto, Gámez se convirtió "por su propio deseo y voluntad después de que los muyahidin le ofrecieran clases de Islam y de sharia [ley islámica]". La nota agrega que Gámez, que ya se encuentra en Barcelona, tomó el nombre musulmán de Aixa tras la conversión.

El comunicado está acompañado de una fotografía en la que aparecen la cooperante -con la cara pixelada- junto a los otros dos españoles aún cautivos. En la foto los rehenes están sentados en el suelo y a sus espaldas, de pie, se puede ver a tres personas con los rostros cubiertos y portando armas automáticas.
En el fondo hay un cartel negro en el que sólo se pueden leer algunas palabras, que parecen ser la profesión de fe del Islam y el comienzo del nombre del grupo terrorista.

Junto al comunicado, AQMI difundió un vídeo en el que supuestamente aparecen los dos españoles caminando por el desierto y rodeados por hombres armados. En la grabación, sin embargo, no se distinguen las caras de los cooperantes.

Las familias y la ONG Barcelona Acció Solidària criticaron ayer que el Gobierno haya "alterado" el guión de prudencia que hasta ahora había imperado en las negociaciones. "Hemos estado tres meses callados, respetando el pacto de discreción [...] y ahora vemos que la vicepresidenta da a conocer las pruebas de vida", dijeron. De hecho, el presidente de la ONG, Josep Carbonell, recibió una llamada de Gámez el 29 de diciembre, un mes tras el secuestro, y sólo la comunicó a la familia y al Ejecutivo.

No obstante, las familias rectificaron, horas después, que su intención no era criticar al Gobierno y que siguen confiando en sus gestiones. Fernández de la Vega, por su parte, contestó que el Ejecutivo va a seguir trabajando con "responsabilidad, discreción y prudencia" para la liberación.


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