Juan Rubio/ Clara Campos
La financiación debe ser para empresas viables, pero aquélla no puede seguir faltando. El presidente del Círculo de Economía, Salvador Alemany, demandó transparencia al sector financiero para que el empresariado sepa a qué atenerse, si obtendrá o no crédito para sus proyectos, al tiempo que abogó por las fusiones entre compañías.
En la conferencia que pronunció ayer en Sevilla en el marco de Los diálogos de El Correo y con el patrocinio de Unicaja, Salvador Alemany denunció que el problema del crédito en España, en referencia al cierre del grifo por parte de la banca, "no está resuelto", y que no hay razón para que la financiación siga sin llegar a las empresas "viables".
Quiso recalcar esta última idea, la de empresas viables, tras recordar el excesivo nivel de endeudamiento (apalancamiento) que soporta el tejido productivo, si bien aclaró que en su discurso no había "ni buenos ni malos", y que entidades financieras y empresas, "salvo fallos y actuaciones irregulares" en ningún caso generalizadas, actuaron en la etapa de bonanza económica conforme a los parámetros que tenían sobre la mesa, y entonces tanto unas como otras querían seguir creciendo.
Alemany, en este contexto, reclamó "transparencia" al sistema financiero, de forma que el sector empresarial solvente su "incertidumbre" sobre si, para un proyecto viable, tendrá o no acceso al crédito. "Eso se tiene que saber", sentenció.
Para el presidente del Círculo de Economía, una de las asignaturas pendientes del empresariado español es el tamaño, de ahí que abogara por las fusiones empresariales. Sólo desde la dimensión y/o la especialización, comentó, se podrá avanzar en la competitividad de la empresa nacional de cara al mercado exterior.
Sin embargo, matizó, cuidado con crecer a cualquier precio, pues las "gangas" pueden resultar caras, ya que la empresa barata lleva tras de sí un elevado nivel de apalancamiento, y hay que huir de los proyectos empresariales a corto plazo y apostar por los que rindan en el medio y largo, y que son -opinó- el futuro.
Así, Salvador Alemany proclamó que "ha llegado el momento para los proyectos de base industrial [incluye el sector servicios] y no los de base financiera", y aquí hacía referencia a que cuando había holgada liquidez se montaban negocios sin saber qué se hacía, sin tener experiencia. Y es también el tiempo de consolidar las empresas, y eso precisamente hará con la que él preside, Abertis.
En el capítulo macroeconómico, el conferenciante dijo no tener una bola de cristal en la que ver si hay brotes verdes o no, aunque señaló que los mensajes de estímulo "me parecen bien" pues contribuyen a "cambiar actitudes", a generar confianza. Eso sí, apuntó, las autopistas (una de las áreas de negocio de su compañía) no le engañan y enero y febrero pasado fueron los peores meses del año, el segundo bimestre mejoró y el tercero está siendo aún mejor. ¿Relanzamiento de la economía? No podría determinarlo, admitió, le costaría trabajo afirmar que es así.
No obstante, y de cara a la recuperación, Alemany negó que los años del boom económico hubieran sido una fiesta, al asegurar que tanto las empresas como los profesionales están mejor formados que en la crisis que hace 15 años. ¿La prueba? Que son reconocidos y respetados en el Viejo Continente. Y por cierto, reclamó "más y más Europa" y advirtió sobre los riesgos de "deseuropeizarnos", esto es, de desandar el camino de la construcción comunitaria.
Aunque el presidente del Círculo de Economía -integrado por empresarios, economistas, profesionales y técnicos de la administración, no actúa como patronal, sino que es una entidad de reflexión, y posee su sede en Barcelona- abogó por una actitud "más exigente" con la clase política, demandó también "más compromiso" con ésta. "No podemos vivir de espaldas a la clase política". Y un termómetro de que lo estamos es el nivel de participación en los procesos electorales. Encarar la superación de esta "grave crisis" implica "sacrificios por parte de todos" y un ejercicio de pactos de Estado.
