El director de Asuntos Corporativos de Altadis, Jaime Gil-Robles, ha mostrado su preocupación por el incremento que se ha producido durante el último año en España en el tabaco ilícito, que supone ya el 7,7% de total, una situación que es "especialmente alarmante" en Andalucía, donde ese porcentaje superaría el 10 por ciento.
Durante una reunión mantenida en Madrid con una delegación del monopolio chino del tabaco Chongqing Tobacco Monopoly Bureau, Gil-Robles ha explicado que en algunas provincias andaluzas, como Málaga, Cádiz o Sevilla, el porcentaje de tabaco ilícito estaría cerca del 20 por ciento del total.
Gil-Robles ha expuesto la "elevada incidencia" que, a su juicio, ha tenido en la reaparición del contrabando y la falsificación de tabaco la última subida de impuestos aplicada en diciembre de 2010. "El efecto multiplicador que tienen las subidas fiscales sobre el precio de venta al público de las cajetillas hace del tabaco un producto especialmente sensible a estos cambios", ha advertido.
Como ejemplo, ha explicado que, si se aumentara hoy en dos puntos la presión fiscal (de impuestos especiales o de IVA), la medida supondría un aumento de 50 céntimos de media en el precio de las cajetillas, lo que "redundaría en una nueva caída de las ventas legales y un descenso de la recaudación".
En opinión del directivo de Altadis, este tráfico ilícito constituye un problema que "debería poner en alerta a los responsables de la Administración".
CONTROLES DE CALIDAD
"Los productos de Altadis pasan controles muy estrictos de calidad, cumplen una regulación que determina al detalle la composición de los cigarrillos pero, por el contrario, el tabaco de contrabando o falsificado no está sujeto a ningún tipo de regulación", apuntó.
Según la tabaquera, estudios recientes muestran que más del 72 por ciento de los cigarrillos ilegales superan los límites de contenidos establecidos por el Ministerio de Sanidad.
Altadis ha destacado que los responsables de Chongqing Tobacco Monopoly Bureau se han mostrado "muy interesados" en conocer la posición y las iniciativas desarrolladas por la tabaquera para combatir el tráfico ilícito, al mismo tiempo que han mostrado su preocupación por que su país aparezca como punto de origen de gran parte del tabaco falsificado que llega a España.