Antonio Álvarez, entrenador del Sevilla, repasó ayer la actualidad nervionense, sin centrarse mucho en el futuro, porque “de verdad” no se lo plantea, y con algunas breves referencias al pasado. El técnico de Marchena admitió que “algo había que cambiar” en el equipo tras su llegada para hacer “borrón y cuenta nueva”, ya que los resultados no estaban siendo buenos, e incluso apuntó que ve a los jugadores más implicados, pero con ciertos matices.
“No es que los futbolistas no estuvieran implicados antes. Son profesionales y siempre van a dar lo máximo, pero yo quiero la implicación a mi manera. Los quiero implicados en las charlas, en el vestuario, en el entrenamiento, en todo”, dijo en Canal Sur.Asimismo, aclaró que no le ha pedido ningún tipo de informe “ni nada” a Jiménez: “Los preparadores físicos son los mismos y no hace falta. Además yo quiero implantar mi idea, y para eso tengo que hacer borrón y cuenta nueva”.
Con estas directrices, y con “la recuperación de jugadores”, Álvarez se mostró convencido de la consecución de los objetivos de esta temporada. “La final de la Copa es un partido y puede pasar cualquier cosa, pero en la Liga sinceramente veo al Sevilla superior al Mallorca y al Athletic. Estoy convencido de que lo lograremos. Luego podremos perder, pero por capacidad somos mejores. Eso sí, decir que vamos a coger al Valencia estaría fuera de lugar, nos sacan ocho puntos”, se sinceró.
Para ello también será necesario mejorar una parcela controvertida en el actual plantel, la física. Las muchas lesiones se las explica el técnico porque “el equipo ha jugado muchos partidos y el jugador ha habido momentos que ha tenido el alta y de inmediato ha tenido que jugar por necesidad, pero sin entrenar. Ha regresado antes de tiempo por la necesidad”. Pero lo que tiene claro es que en este aspecto su equipo “tiene que mejorar”.
Intentando aclarar sus claves sobre el juego del equipo, el ex futbolista señaló que quiere que sus futbolistas toquen la pelota lo máximo posible y dejó bastante claro que “hay que aprovechar” que el Sevilla cuenta “con tres de los mejores delanteros de Europa”: “Por eso siempre que podamos vamos a jugar con dos puntas, aunque , eso no quiere decir que en un momento ocasional podamos hacerlo con uno”.
FUTURO. Álvarez, así como su segundo, Luis Tevenet, eludió hablar del futuro “más allá del sábado”, pero sí consideró que “en este mundo del fútbol si se logran los objetivos lo lógico es continuar”.
Precisamente abundando en el aspecto personal, incidió en que entrenar al Sevilla siempre fue el sueño de su vida, y que tuvo ofertas para marcharse. “Pero pensé que lo mejor era quedarme en mi sitio, aunque fuera en otra parcela del club, que me ha enriquecido. Creía que había pasado el tren de entrenar al Sevilla con el nivel que tiene, pero ahora me ha llegado la oportunidad”.
LA ESPINITA DE LA ROSALEDA. Antonio Álvarez vivirá el sábado un partido especial en La Rosaleda, en su tercer encuentro dirigiendo al equipo sevillista. Y no sólo porque, tras jugar 13 años en el Sevilla, se marchara al equipo de la Costal del Sol. En el extinto CD Málaga estuvo el Mariscal tres campañas, hasta su marcha al Granada, en 1991, donde jugó hasta su retirada en 1995.La relación del actual técnico sevillista con La Rosaleda va más allá. En el año 1982, con Miguel Muñoz como seleccionador español, Álvarez fue convocado por primera vez para un partido internacional, un España-Islandia de clasificación para la Eurocopa de Francia 1984.Álvarez, citado para ese encuentro, se lesionó en un partido de Liga anterior pero no lo comunicó, con la esperanza de que el problema de su tobillo desapareciera durante la concentración –evidentemente antes los controles no eran tan rigurosos. Y llegó el partido –1-0, gol de Pedraza–, y Muñoz quiso hacer debutar a Álvarez. Pero éste calentó y probó que seguía lesionado. Le dijo al seleccionador que se había lesionado en el calentamiento. Y no pudo debutar en La Rosaleda.
