El gaditano Álvaro Quirós nunca estuvo tan pegado a Tiger Woods en el ranking mundial -sólo quince puestos- ni tan cerca de dos cuestiones ahora capitales: ganar el Abierto de Andalucía, lograr así plaza para el Volvo Mundial Match Play y, en quince días, atravesar su primer corte en Augusta.
Quirós (28 años) es la estrella en El Parador de Málaga, que alberga por segunda edición consecutiva el torneo que organiza y juega el veterano Miguel Ángel Jiménez.
El actual mejor golfista español del mundo (vigésimo primero), y tercero en Europa, lo es también del torneo que organiza el malagueño en un campo antiguo (1929) pero remozado y recortado a par 70, en donde el juego largo como el del gaditano apenas se verá.
Pegadores como Quirós verán restringidas sus posibilidades en este campo (el año pasado acabó en el puesto 45), aunque, a cambio, cobran importancia la precisión y la habilidad ante la brisa marina.
Como telón de fondo del torneo asoma el Masters, la cita subrayada para los dos andaluces (Quirós y Jiménez) y también para el vasco José María Olazábal, el doble Chaqueta Verde que este año, recuperado físicamente, juega en El Parador y regresará a esa catedral que es Augusta.
"Es destacable la labor que está haciendo Jiménez por el golf español al promocionar el Open de Andalucía", comentó Quirós en vísperas del torneo que ofrece dos plazas para el Mundial Match Play de Casares (19 al 22 de mayo).
La organización ha colocado al japonés Hiratsuka Tetsuji en el partido estelar de Jiménez y Quirós, para celebrar antes un acto de homenaje y solidaridad con las víctimas del terremoto en Japón.
