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Amigos y enemigos, no confundir

Juan Goytisolo acaba de escribir un noble artículo en defensa de Milan Kundera a quien se acusa de colaboracionismo con la policía soviética, de delación de un amigo por razones vidriosas.

el 15 sep 2009 / 17:37 h.

Juan Goytisolo acaba de escribir un noble artículo en defensa de Milan Kundera a quien se acusa de colaboracionismo con la policía soviética, de delación de un amigo por razones vidriosas. Cuando "el calumnia que algo queda" campa libremente arrasando biografías intachables ante la indiferencia del respetable, leer al amigo inquebrantable defender al injuriado, ennoblece a todo el género.

En el caldo gordo de la insidia nos vamos cociendo a diario a manos de amigos y compañeros. Y así se van quitando nuestros adversarios obstáculos para su medro y su ventaja.

Es más cómodo y más rentable desprestigiar al adversario que enfrentarse noblemente a él y vencerle en el campo abierto de la batalla dialéctica.

Hay ahora mismo una camada de lobas melifluas pegada al teclado afilando los colmillos y buscando la femoral del que está a cuerpo limpio sin saber por donde le va a venir la embestida. Pero esta tropa de acémilas se quiebra a la primera de cambio en cuanto se les planta cara. Recuerdo a uno de estos que cuando leyó una réplica mía a un artículo suyo faltón amenazó con irse del periódico si se publicaba. Y tuve que quitar el título del artículo 'el intelectual aldeano' por otro menos evidente de lo que quería expresar para no herir su exquisita sensibilidad. Y ahí sigue sermoneando con dios y el paráclito y las enaguas de las vírgenes a la grey confesa.

Lo dicho. Hasta el más probo tiene a alguien hablando mal de él por ahí e inventándose escabrosidades. No hay nada que se agradezca más que saber quienes son tus enemigos y sacarlos del anonimato. Incluso algunos están emboscados dentro de la lista de los amigos ejercientes. Hay una cantidad enorme de ellos que son tenidos por afectos mientras te van apuñalando. Disfruto mucho en la tarea de coleccionar enemigos, identificarlos bien y que ellos lo sepan. Hay gente que prefiere creer que todos los que le pasan la mano por la espalda son amigos. Yo prefiero reducir la lista al máximo y estar preparado para evitar la daga traicionera.

Abogado. crosadoc@gmail.com

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