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Amnistía Internacional cumple 30 años sin 'cumpleaños feliz'

Amnistía Internacional España cumple 30 años en 2008 una conmemoración "sin cumpleaños feliz" porque pese a los "logros" conseguidos, aún quedan "muchos retos de futuro". (Foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 03:40 h.

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La facción española de Amnistía Internacional celebra en 2008 el trigésimo aniversario de su legalización, una conmemoración "sin cumpleaños feliz" porque pese a los "logros" conseguidos en estas tres décadas, aún quedan "muchos retos de futuro" en un momento en que los recortes de libertades avanzan en el mundo.

En un acto encabezado por la presidenta y el director de la organización, Delia Padrón y Esteban Beltrán, respectivamente, Amnistía Internacional recorrió hoy los hitos más importantes de su lucha por las libertades ofreciendo los testimonios de algunas de las personas que han sido protagonistas directos del trabajo de la ONG, como el de Joaquín José Martínez, condenado a pena de muerte en Estados Unidos hace 11 años o Valdenia Aparecida, abogada brasileña acogida por AI en España.

Según explicó Padrón, en la actualidad hay más de 2,2 millones de personas en el mundo que luchan por los derechos humanos y sólo en España, Amnistía Internacional cuenta con 48.000 socios. Además, la organización ha desarrollado la capacidad "de movilizar automáticamente, en el momento en que hay una violación de derechos humanos, a más de 75.000 personas que se ponen a trabajar por las víctimas".

Es el fruto de la labor realizada durante tres décadas en las que la organización, en palabras de Beltrán, "se ha hecho escuchar" convirtiéndose en un "movimiento incómodo" para los responsables políticos desde "la imparcialidad en el trabajo" y la no adhesión a ningún régimen. AI es una de las pocas organizaciones no gubernamentales que no recibe ninguna subvención pública.

LOS "LOGROS"

En el apartado de los logros a nivel global, Padrón destacó que en este tiempo, se ha trabajado por "globalizar la justicia (...) facilitando que se pusieran en marcha inportantes tratados internacionales" y se han "sacado a la luz violaciones de derechos humanos que permanecían ocultas", mediante las más de 3.000 investigaciones desarrolladas por la organización sobre materias como los centros secretos de detención de Estados Unidos, las desapariciones forzadas del régimen argentino de Videla, las ejecuciones encubiertas o la violencia de género.

Además, la organización "ha contribuido a liberar a más de 50.000 presos de conciencia", 200 de ellos en España y ha dado soporte a activistas que acabaron dirigiendo países como la fallecida Benazhir Butto en Pakistán. Sin embargo, apostilló Padrón, "en la gran mayoría de los casos son personas que tienen nombre y apellidos pero en España no tienen rostro", como era el caso de Safiya y Amina, las dos nigerianas que se salvaron de la lapidación gracias a las más de 9 millones de personas que mandaron cartas por Internet.

Respecto a la actividad de la organización en España, Padrón recordó las primera liberación conseguida de un preso de conciencia. Se trataba del poeta Marcos Ana y tuvo lugar en 1961. Después vino la defensa de casos como el de Enrique Tierno Galván o Marcelino Camacho y, tras la legalización en 1978, la percepción de que "no siempre se tuvo el apoyo de la sociedad española", pues un año después, grupos de extrema derecha lanzaron una bomba incendiaria contra la sede de la organización.

Entre los "logros a los que ha contribuido" la facción de Amnistía en España, Esteban Beltrán señaló la firma de tratados internacionales "para que los ciudadanos estén más protegidos" en sus derechos, la denuncia en 2002 de más de 320 casos de malos tratos a inmigrantes por parte de las Fuerzas de Seguridad, la visibilidad de la violencia de género y la labor de la organización en el Congreso de los Diputados, "que muchas veces no se ve" y que ha motivado "cambios legislativos" como la reforma de la Ley de Comercio de Armas.

MIRAR AL FUTURO

Sin embargo, Beltrán señaló la necesidad de mirar al futuro y "enfrentarse a la pretensión por parte de diferentes gobiernos, especialmente el estadounidense, de legitimar de nuevo la tortura" que hoy se sigue practicando en 100 países, entre los que, según la organización, se encuentra España, por la utilización de mecanismos como "el régimen de incomunicación" contemplado por la legislación antiterrorista "que se extiende a 13 días".

El director de Amnistía España señaló asimismo el reto de "evitar que se consolide una nueva clase de esclavos: los 200 millones de personas inmigrantes" que hay en el mundo porque "el no tener papeles se está convirtiendo" en sinónimo de ausencia de derechos, mientras el asilo y el refugio "están en vías de extinción".

El retroceso de la pena de muerte en el mundo, la desaparición de la xenofobia y el racismo son otros de los grandes desafíos de Amnistía Internacional, pero, según Beltrán, quizá el más importante de todos sea "trasladar la pobreza desde la economía a los tribunales" porque "es un problema de derechos humanos", no de cifras. "Hay que encontrar el Pinochet de la pobreza y juzgarlo", aseveró el director de AI España.

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