Con la lluvia que cayó en la provincia a mediodía, la hermandad de Amor y Sacrificio de Dos Hermanas decidió, en coordinación con la Policía Local y el servicio meteorológico, retrasar la salida de la procesión una hora y media, cuando iba a ser a las 16.00 horas.
Que cada uno decida si se trata de un milagro o no, pero el hecho objetivo es que a las 17.30 horas, justo cuando el paso del Cristo de la Presentación al Pueblo salía de la parroquia, el cielo empezó a mostrar prominentes rayos de sol y el cielo empezó a despejarse. La música empezó a sonar al mismo volumen que los aplausos de los vecinos del barrio de la fábrica, más efusivos que de costumbre pues llevaban una hora y media con el corazón en un puño ante la posibilidad de que no saliera la comitiva en 2010.
Entre los asistentes empezaron a sucederse las lágrimas, como las de Juan Manuel Andano, que llevaba trece años de costalero y que no paraba de abrazarse con compañeros cuando el Cristo salió de la casa hermandad, él tenía claro lo que había pasado: "El señor ha querido que salgamos este año en procesión, lo hemos pasado mal con la lluvia, pero Él ya está fuera", explicó con la voz entrecortada de la emoción.
Los había también muy pesimistas, como Jesús Sánchez, que salía de nazareno en el sexto tramo de la Virgen de Amor y Sacrificio: "Yo pensaba que ya no salíamos, pero ahora que hace sol creo que no va a llover más", explicó.
Juan José Rodríguez, el hermano mayor, iba de segundo guía en el paso de palio, por lo que cuando salió a la calle ya estaba más tranquilo, aunque aun tenía en la cara señas de haber llorado lo suyo: "Me ha emocionado más la comprensión de la gente que la salida. Fuimos a la calle a explicar lo que pasaba, y la gente muy tranquila dándonos ánimos, para los que organizamos la procesión ha sido muy emocionante", contaba sin perder de vista el paso de la Virgen titular, que iba con mayor celeridad que de costumbre el retraso había sido considerable.
Ante este tipo de angustias, es una gran ventaja tener información extra, como le pasó a Juan Manuel Sillero, que lleva 25 años de costalero y tenía claro que al final iba a salir la procesión, como al final pasó: "A las dos de la tarde aquí llovía mucho, pero me llamó un amigote que vive en Huelva y me dijo que por allí estaba abriendo, por lo que sólo era cuestión de tiempo que dejara de llover", explicaba.
Tras el percance de la salida, que hizo más si cabe emocionante la procesión, la hermandad decidió acortar el largo trayecto, principalmente por las calles del barrio de la fábrica, y cruzó directamente el puente del Cristo de la Presentación al Pueblo, llamado así en honor al Cristo titular de la Hermandad que salió ayer, y entrar en carrera oficial para regresar a tiempo, cumplir con el horario inicialmente previsto y evitar otras lluvias, ya que el Instituto Nacional de Meteorología daba un 85% de lluvia de madrugada. Al cierre de esta edición la comitiva regresaba de núcleo urbano de Dos Hermanas.
