Las administraciones públicas y el sector privado no pueden medir con los mismos parámetros la rentabilidad de las iniciativas y proyectos que impulsan. La Junta de Andalucía recibió en perfectas condiciones el 31 de diciembre de 2011 el parque de maquetas de la Expo 92. Desde entonces no ha invertido ni un euro en su conservación, lo que ha provocado un deterioro que escandaliza a cualquier ciudadano que haya podido conocer Andalucía de los Niños en sus buenos tiempos para los demás, Youtube exhibe la memoria de algunos nostálgicos. La Consejería de Hacienda es la primera interesada en recuperar estas instalaciones, a fin de enmendar su hasta ahora poco eficiente gestión. Catalunya en Miniatura ofrece la solvencia que acreditan 30 años de experiencia, así como los conocimientos técnicos necesarios para devolver lustre y esplendor a este legado que Sevilla no debería permitirse perder. Quizá la Junta deba plantearse, con esta o con cualquier otra empresa interesada, realizar una inversión inicial la primera en el recinto para ponerlo a funcionar. La rentabilidad, en este caso, no sería sólo económica. La Cartuja está llena de activos heredados de 1992 costosísimos en aquella época que, 21 años después, merecen una solución digna y definitiva.