El cáncer de colon es uno de los pocos cánceres que pueden diagnosticarse antes incluso de que el paciente note los primeros síntomas. Una simple prueba, la del test de sangre oculta en heces, basta para descartarla en la población con más riesgo, que se sitúa entre 50 y 69 años, este mal o seguir con las pruebas. Sin embargo, esta ventaja no había sido explotada por la Sanidad pública andaluza hasta ayer, cuando se anunció que el centro de salud de Mairena del Alcor será el banco de pruebas para la implantación del cribado de cáncer de colon en el resto de Andalucía a partir de 2015.
A la prueba, que es de carácter voluntario, se podrán presentar, a partir del 24 de junio, los 4.070 maireneros con edades entre los 50 y 69 años, excluyendo de esta selección a aquellos que, por antecedentes familiares, ya han pasado previamente por esta evaluación. La prueba de cribado consiste en un test de sangre oculta en heces, que es «sencilla, fiable e indolora», además de suponer una herramienta eficaz de prevención y, de paso, una fórmula indirecta de ahorro al atajarse con tiempo. Si la prueba de heces sale positiva, el paciente completará su estudio con una colonoscopia. El Hospital Virgen del Rocío analizará en sus laboratorios los test de sangre oculta en heces y el Hospital de Valme será el centro de referencia para las consultas de Aparato Digestivo y realización de colonoscopias en caso de ser necesarios.
Tras un periodo de seis meses en esta primera fase, se pondrá en marcha progresivamente en las ocho provincias andaluzas el Programa de Detección Precoz de esta patología, con una incidencia en la comunidad autónoma de más de 5.700 casos nuevos al año. Una vez extendido en su totalidad, podrán beneficiarse hasta 1,6 millones de personas. En el resto de España, la cobertura de este programa está en torno al 20%, y solo en Cantabria y País Vasco está implantado al completo.
«El objetivo es reducir la incidencia y mortalidad por cáncer colorrectal, así como mejorar la calidad de vida en los casos detectados», defendió la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio. Y no lo hace por decir. Los estudios realizados hasta la fecha demuestran que el cribado reduce en torno a un 33% la mortalidad de este tumor. Dicha reducción viene determinada por dos motivos. Por un lado, porque si se detectan lesiones benignas precancerosas pueden extirparse antes de que lleguen a convertirse en cáncer; y por otro, porque de tratarse de un cáncer la detección en estadios precoces eleva la curación y la supervivencia hasta el 90%. Ello conlleva, a su vez, otras cuestiones importantes, como la mejora de la calidad de vida, con la aplicación de tratamientos menos agresivos, y la reducción del impacto socioeconómico de la enfermedad que es, en el caso de este tipo de patologías, elevado.
Plan con «aval». Sánchez Rubio recordó los beneficios de otros cribados implantados en Andalucía, como los de cáncer de mama y cérvix, «avalan» esta nueva apuesta de la Junta por garantizar no sólo que la población cuente con la información necesaria sobre el cáncer, sino por asegurar que se cuente con un diagnóstico rápido y fiable, con programas que reduzcan la incidencia de los tumores malignos y su mortalidad y con todos los recursos humanos y tecnológicos necesarios para asistencia de calidad y ajustada a la evidencia científica.
El cáncer de colon es de los tumores malignos más frecuentes en Europa. Si se considera conjuntamente a hombres y mujeres afectados, es el más frecuente. La incidencia estimada para 2015 en España es de 30.230 nuevos casos. En Andalucía, con una incidencia estimada para 2013 de 5.700 casos, ocupa el tercer lugar en hombres, después del cáncer de pulmón y próstata, y el segundo en mujeres, después del cáncer de mama. Es un cáncer que se caracteriza por no causar molestia hasta que se encuentra muy avanzado, por lo que es fundamental hacer un diagnóstico precoz y detectarlo antes de que empiece a dar síntomas, para que su tratamiento sea más fácil y aumenten las posibilidades de curación.
