Andalucía ha logrado recortar en casi siete puntos su tasa de fracaso escolar, que ha pasado del 34,2% en el curso 2006/2007 hasta el 27,3% en el 2008/2009, según los últimos datos de la oficina de estadística del Ministerio de Educación. El fracaso escolar describe el porcentaje de alumnos que abandona la escuela sin el graduado escolar, antes de haber culminado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El fenómeno del abandono escolar temprano describe a los estudiantes que dejan de estudiar después de la ESO para incorporarse al mercado laboral (37%).
Andalucía es la comunidad autónoma con la tasa de fracaso escolar más alta (junto a Baleares y Canarias), y por primera vez en una década registra una recuperación del nivel educativo de sus alumnos superior al de la media nacional. La tasa de fracaso en España también ha experimentado un retroceso de 4,7 puntos, pasando del 30,7% en 2006-2007 al 26% del curso pasado.
El secretario de Estado de Educación, Mario Bedera, destacó los datos andaluces ayer en Granada, y los atribuyó a los frutos de los programas educativos que se pusieron en marcha con la aprobación de la Ley Orgánica de Educación (LOE), en 2007, y al "compromiso" del Gobierno andaluz por fomentar y desarrollar dichos programas. Recientemente el ministerio eximió a las comunidades autónomas de cofinanciar los programas educativos del Plan Acción Educa (para creación de escuelas infantiles, fomento del bilingüismo, etc...). Estos planes siempre se han cofinanciado a medias entre el Gobierno central y las comunidades, cada parte aportando el 50% del presupuesto total. La crisis y la obligación del recorte del déficit ha hecho que el ministerio abra la mano y permita a las regiones aportar "lo que puedan" para cofinanciar los programas. El Gobierno andaluz no tardó en anunciar que mantendría el 50% del presupuesto para cada programa educativo, como venía haciendo hasta ahora.
El compromiso que España adoptó con la Unión Europea era el de reducir la tasa de abandono a un 15 % antes de 2020, un objetivo que el Gobierno pretende cumplir rebajando la cifra en los próximos tres años a un ritmo del 3% por año, según Bedera.
