El Gobierno andaluz acudió ayer a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) con una demanda prioritaria: poner fecha concreta al inicio de la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, que en teoría debía comenzar a principios del próximo año. El actual sistema de reparto por comunidades de competencias, fondos estructurales e ingresos tributarios diseñado durante el primer mandato del Gobierno de Zapatero expira a final de mes, y Andalucía ha concentrado todos sus esfuerzos en lograr un reparto más equitativo y beneficioso que le permita salir de la asfixia económica y obtener oxígeno financiero para garantizar los servicios públicos esenciales.
En la reunión de ayer entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y sus homólogos en las comunidades, la Junta participó a dos bandas, desde dentro y desde fuera. Al encuentro en Madrid acudió el consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, en sustitución de la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que tuvo que permanecer en el debate parlamentario de los Presupuestos andaluces para 2014. Pero ambos, Maldonado desde dentro y Montero a través de su cuenta de Twitter, reclamaron al ministro una fecha en el calendario para iniciar la negociación. Y no fue la única comunidad que se lo pidió. El diseño del nuevo reparto de riqueza va a poner a prueba la cohesión territorial en un momento muy delicado tras el órdago separatista que ha planteado la Generalitat y su consulta sobre la autodeterminación de Cataluña
Es urgente la reforma del sistema de financiación para que las comunidades autónomas tengamos más recursos para el Estado del Bienestar, escribió Montero en Twitter, cuando el ministro aún estaba reunido con los consejeros. En la reunión hoy [por ayer] se tenía que haber empezado este debate con plazos establecidos, porque la evaluación del actual modelo ya va tarde, le reprochó.
Andalucía, una de las cuatro comunidades que incumplió el objetivo de déficit el año pasado equilibrio entre ingresos y gastos lleva meses denunciando el injusto reparto de las obligaciones fiscales entre comunidades y administración central. La Junta se queja de que las regiones asumen cinco veces más esfuerzo en su déficit que el Estado, siendo las primeras quienes gestionan las competencias de las políticas más costosas (educación, sanidad y servicios sociales). Se constata que el esfuerzo del déficit ha sido muy superior por parte de ayuntamientos y comunidades autónomas. No es casualidad que esta injusticia en el déficit sea sobre las administraciones responsables de educación, salud y políticas sociales, insistió Montero.
El encuentro de ayer sirvió para crear dos equipos técnicos, uno que evaluará cómo ha funcionado el modelo de financiación en vigor y cómo mejorarlo con una nueva propuesta; y otro grupo que estudiará geográficamente los beneficios fiscales en los distintos gobiernos regionales. También Maldonado pidió urgencia al ministro y recordó que en cuanto se apruebe el nuevo reparto, éste tendrá aplicación retroactiva desde el 1 de enero de 2014 (un día después de que expire el actual) como ocurrió con el sistema anterior.
Fuentes de Economía aseguraron que Montoro no aludió ayer al requerimiento que su departamento envió el mes pasado a Andalucía reclamándole un recorte adicional del Presupuesto en vigor antes de final de año. Maldonado recordó que el déficit andaluz en el tercer trimestre del año estaba en el 1% y que previsiblemente cerrará el ejercicio un poco por encima, pero en la media del conjunto de las regiones [Andalucía tiene que cumplir con un límite del 1,58% del PIB].
El Consejo de Política Fiscal aprobó ayer, con los votos en contra de Madrid y la abstención de Navarra y País Vasco, que las autonomías se queden la recaudación del impuesto de patrimonio. Sobre este impuesto, Andalucía tenía 80 millones de euros presupuestados para 2013 y 99 para el próximo. La reunión también abordó la reforma del sector público por comunidades. La Junta volvió a trasladar a Hacienda que ha eliminado un total de 121 empresas pese a que su compromiso fue de acabar con 100.
