Pereira se va mientras el Recre festeja su triunfo.
El sistema de Liga de tres puntos tiene esto: un triunfo se remonta bastante… y sin ganar se desciende a los infiernos más temprano que tarde. El Betis no gana fuera desde el año pasado, en Tenerife, colecciona tres derrotas consecutivas sin marcar un solo gol (tanteo global de 0-5) y sólo ve un triunfo en los últimos cinco partidos. Con esas cifras, el liderato ya ha volado en manos del Rayo… y el segundo puesto puede volar en la noche de hoy, si el Celta vence al Numancia. ¿Qué está pasando aquí? Mejor, ¿qué no está pasando…?Con lo que viene cayendo en el Betis, entre el guerracivilismo incendiario que le azota desde hace años, el liderato destacado era un milagro. Ayer mismo, en una entrevista en un medio nacional, el actual presidente, Rafael Gordillo Vázquez, reiteraba su intención de abandonar el cargo cuanto antes. Eso, en una entidad más o menos normal bastaría para generar un seísmo de mediano alcance. En el Betis actual es una más… dentro de las que vendrán. Que el equipo iba cayéndose, con o sin el gol de Dani, era algo cantado. Recuérdense los ditirambos ante la intrascendente victoria sobre el Barcelona (eliminatoria, 6-3, recordemos). Y más…
Con la Ley Concursal, Juzgados y Audiencia a todo vapor, decir que la situación del club está ‘judicializada’ es un eufemismo barato. La Concursal ordena los pagos a los jugadores… pero sólo los absolutamente legales y reglamentados por contratos federativos: a buen entendedor, no debe decirse mucho más. Basta que el ex venerado Mel haga una referencia colateral a la eximia Mercedes Alaya para que un enjambre picotee la cabeza del técnico. El llamado ‘músculo financiero’ debe estar entrenándose: ni está, ni se le espera. Emana, se verá. El Betis vive un Año Cero y, como el Afrika Korps en Libia, sin material ni mucha más gasolina, parece ir acercándose a El Alamein. De verdad: ascender en esta situación sería una historia extraordinaria. Y sin embargo, o se asciende o…
