La jueza Mercedes Alaya ha imputado un delito malversación a Javier y Pablo Ruiz-Mateos Rivera, hijos del empresario José María Ruiz-Mateos, por su implicación en el fraude de los expedientes de regulación de empleo (ERE). Anticorrupción le ha reclamado una fianza de 8,5 millones de euros para cada uno de ellos, lo que hace un total de 17 millones de euros.
La imputación de los hermanos Ruiz Mateo tiene que ver con el ERE del hotel Cervantes de Torremolinos, en el que supuestamente intermedió el exsindicalista y conseguidor de los ERE Juan Lanzas. La magistrada les ha preguntado por él, a lo que Javier Ruiz -Mateos ha respondido que su padre se lo presentó como un "intermediador" más de los muchos que trabajaban con el grupo Nueva Rumasa. El hijo del conocido empresario ha asegurado, según fuentes del caso, en ningún momento le pagaron a Lanzas por mediar en un ERE, pero sí cobró por diversas operaciones en las que intervino.
Javier Ruiz Mateos ha señalado en el interrogatorio a su padres en varias ocasiones, ya que ha explicado que él se encargaba de la "gestión" de todo, ya que todo era supervisado por él. Tras su declaración, la Fiscalía ha solicitado que se le imponga una fianza por responsabilidad civil de 8,5 millones de euros, equivalentes al valor de las pólizas del ERE del hotel más el tercio legal.
La juez considera que la familia Ruiz Mateos habría abonado al 'conseguidor' de los ERE y exsindicalista de UGT Juan Lanzas 600.000 euros "por las gestiones ante la Junta relativas al hotel", pagos que, según la instructora, "se harían en sobres semanales o quincenales en los que se contendría 20.000 o 25.000 euros".
Durante las dos últimas semanas, la juez Mercedes Alaya ha tomado declaración a ocho imputados en relación al ERE del Hotel Cervantes, el último de ellos, este pasado miércoles, Carlos Miranda Bacciarini, director de la división hotelera del Grupo Nueva Rumasa.
En su declaración, Bacciarini negó ser "intermediario" de los pagos y analizó las funciones ejercidas por cada uno de los hijos de Ruiz Mateos, señalando que Javier "llevaba temas financieros"; Pablo "supervisaba" sus funciones en la división hotelera; Alvaro "llevaba una parte del grupo de alimentación, cree que Trapa"; José María estaba "más vinculado a Dhul" y Alfonso "a las bodegas".
Según declaró, "esto era lo común, pero si el padre lo consideraba, podían asignarle a cada uno otros cometidos".
