Aitor Puerta, hijo de Antonio Puerta, realizando el saque de honor. (Marcamedia).
El espíritu de Antonio Puerta sigue más vivo que nunca. La zurda de diamante volvió anoche a estar muy presente en el estadio Sánchez-Pizjuán. El club no olvida a quienes hicieron grande la institución y el llorado canterano, desde la distancia, fue el protagonista del encuentro que disputaron el Sevilla, su club del alma, y el Almería. El partido fue lo de menos. La alineación y la táctica de Emery tampoco era lo que más preocupaba al sevillismo. El doble pivote pasó al olvido, al menos durante un partido. Los aficionados que acudieron a Nervión lo hicieron para mantener vivo el recuerdo de un canterano que pasó a la historia centenaria del Sevilla por meter al Sevilla en su primera final europea. Preguntar a cualquier sevillista qué ocurrió una vez un jueves de Feria en Nervión no quedará sin respuesta, jamás. Antonio Puerta fue capaz, después de dejar el mundo terrenal, de lograr la unión de dos aficiones que en el verano de 2007 estaban, tristemente, demasiado enfrentadas. Su fallecimiento, a los pocos días de desvanecerse en el área de Gol Sur ante su amigo del alma, Kepa Blanco, obró el milagro y Sevilla y Betis olvidaron sus rencillas tras darse cuenta de que el fútbol es simplemente una afición que no debe derivar en nada malo sino en todo lo contrario. Afortunadamente, y dentro de la lógica rivalidad, este espíritu sigue vivo aunque algunos parece que lo quieran olvidar. Sin embargo, durante el partido de anoche el Sevilla FC también quiso recordar a Miki Roqué, prometer jugador del Real Betis que falleció en el verano de 2012 tras no superar un cáncer maldito. En el minuto 26, el Sánchez-Pizjuán aplaudió al unísono para honrar también al jugador del equipo rival. Igualmente, el nudo volvió a la garganta de los sevillistas cuando se depositó un ramo de flores en el área donde Antonio sufrió aquel desconcertante mareo así como cuando su hijo póstumo, Aitor Antonio Puerta, hizo el saque de honor y recibió la camiseta con la que el canterano del Cerro del Águila Alberto Moreno debutó en la caiudad de Albacete con la selección española de fútbol.
Aunque no lo parezca, esta es la crónica de un partido de fútbol que se disputó anoche en la bombonera de Nervión en el que Sevilla y Almería intentaron agradar al respetable como mejor forma de recordar al eterno 16 de Nervión. Seguramente, a Puerta le gustó que Unai Emery pusiera sobre el césped un buen número de jugadores criados en la carretera de Utrera. El partido no dio para mucho, los primeros cuarenta y cinco minutos terminaron con empate a cero goles y en el segundo tiempo Perotti adelantó al Sevilla de penalti (82) y Chiristian empató para el Almería (92). En los penaltis, el trofeo Antonio Puerta volvió a quedarse en casa.
