El voto de calidad de la alcaldesa de Mondragón (Guipúzcoa), Inocencia Galparsoro (ANV), impidió que prosperara la moción del PP que pedía condenar al último comunicado de ETA. La tensión marcó la sesión en la que ausentaron cuatro ediles del PSE. El PNV estudiará el caso de Mondragón antes de aplicar su ultimátum a ANV.
La moción en la sesión plenaria de Mondragón (Arrasate) se votó en dos ocasiones al haber un empate con siete votos a favor de la moción -PNV, EA y EB-, y otros siete en contra -todos ellos de ANV-, mientras el edil de Aralar se abstuvo en las dos votaciones. El empate, que fue deshecho por el voto de calidad de la primera edil, fue consecuencia de la ausencia de los cuatro ediles del PSE-EE, que decidieron ausentarse por "dignidad política y hartazgo", al no prosperar su moción de censura contra la alcaldesa de ANV. Pero también faltó un edil del PNV y otro de EB.
La tensión se palpó entre el público asistente en el pleno, donde se encontraban simpatizantes de la izquierda abertzale que, durante la votación, irrumpieron en gritos de "ANV aurrera" ("adelante"), además de "PNV traidor" y "PP fascista". Tras el rechazo de la moción, en el turno de ruegos y preguntas la edil del PP, Iciar Lamarain, tomó la palabra para criticar la "bochornosa actitud del PNV, que permitió que quien no condena el asesinato siga dirigiendo el Ayuntamiento de Mondragón" y preguntó a la formación abertzale que "si ahora fuera el PNV el que hubiera llegado a la alcaldía con la moción, su voto hubiera sido afirmativo".
"Sólo quieren el poder caiga quien caiga y por el camino han perdido la dignidad y los principios", denunció, para a continuación dirigirse a la alcaldesa a la que preguntó si rechaza ella y su grupo el último comunicado de ETA y si muestra su repulsa a los métodos de la banda. Ante esto, Galparsoro respondió que el PP no le tiene que dar lecciones de democracia y añadió que "en Euskal Herria hay un conflicto político que para darle solución hay que admitir que hay más de una parte y no lo hacéis".
Durante el pleno se vivieron momentos de tensión en los que simpatizantes de la izquierda abertzale interrumpieron las intervenciones de los ediles con gritos en favor de la "democracia para Euskal Herria" y acusando al PP y al PNV de "fascistas". La alcaldesa tuvo que pedir en varias ocasiones silencio.
La primera reacción vino del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que indicó que su formación analizará lo ocurrido en el pleno de Mondragón, y añadió que estudiará también si en las próximas horas recibe o no respuesta de ANV al ultimátum que le lanzó para que repudien "la amenaza" de ETA a los militantes socialistas en su último comunicado. En su alocución, el líder del PNV manifestó que "no podemos seguir dejando en manos de ETA la capacidad de decretar cuando y cómo hemos de plantearnos la resolución del conflicto nacional vasco".
Antes del pleno, el propio jefe del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró "el paso positivo" con su último comunicado de advertencia a ANV, pero alertó de que "no es el último que se tiene que producir", porque es vital desalojar a ANV de la alcaldía de Mondragón.
Sin embargo, todavía hay voces críticas en el seno del PNV. El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, aseguró que la permanencia de ANV al frente del Ayuntamiento de Mondragón es responsabilidad del fiscal general del Estado, que tiene dependencia directa del Gobierno, por lo que estimó que las críticas de la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, a la escasa "coherencia" del PSOE ante este partido son "lógicas".
