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Aplausos para todos y reproches para nadie

Fue una junta atípica por todo excepto por la hora de su final, más allá de la 1 de la madrugada. Fue atípica porque se aprobaron las cuentas del ejercicio 2009-10 cuando hoy se cierra el 2010-11. Porque esas cuentas eran responsabilidad de un consejo que desapareció hace una eternidad, aunque no haya pasado ni un año.

el 29 jun 2011 / 23:45 h.

  • Hubo discrepancias, sí, pero no tensión, ni desprecios, ni menosprecios, ni insultos. Hubo alguna puya a José Antonio Bosch, como cuando Pepe Tirado le recordó que de ninguna de las maneras puede tasar las acciones de Farusa en 50 o 60 millones, "como hacía Lopera". No pasó de ahí la crítica. El papel que representaba el administrador fue asumido con comprensión y viceversa. Si el consejo incluso aceptó una propuesta de un accionista para modificar el sistema de votación...

    Fue la junta de la paz. Rufino González y Manuel Castaño, emblemas del antiguo régimen, se sentaron juntos y nadie les recriminó nada. Hubo cambio de marco, del Salón Mallorca al Salón Descubrimiento. Y eso fue la junta, un descubrimiento de semblantes relajados, alegría... y aplausos al consejo de casi todos los béticos allí reunidos. Que, dicho sea de paso, fueron 1.019 representando el 70,85% del capital social. Abanico en mano, Bosch cerró el diseño del nuevo Betis.

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