La nueva ordenanza de ruidos recoge las peticiones vecinales que exigían una mayor actuación. Foto: Gregorio Barrera
Sólo hubo un minuto de silencio. Al principio. En memoria de las . víctimas del accidente ferroviaro de GaliciaEl tiempo restante del Pleno contó con unos cuantos decibelios de más, sobre todo cuando se aprobó inicialmente la Ordenanza contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones que, entre otras medidas, contempla la posibilidad de que la Policía Local sancione o clausure un bar si estima que sobrepasa los umbrales máximos y en la que oposición y algunas asociaciones piden que se incluyan los veladores como emisores acústicos. El debate tuvo un tono elevado. PSOE e IU insistieron en la falta de seguridad jurídica y de consenso social de una norma que en más de una ocasión pidieron que fuera retirada. Este proyecto nace ya muerto, sin consenso. Se lo hemos advertido. Se lo van a recurrir, señor Zoido, dijo Espadas, mientras que desde la bancada de IU se exigía regular con sentido común.
Sin embargo, el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, defendió con cierta vehemencia que se trata de una adaptación en este ámbito a las normativas andaluza, estatal y europea. No salgo de mi asombro. ¿No sé si os lo habéis leído? No tenéis ni puñetera idea. ¿ O acaso se está dudando de la capacidad y la honorabilidad de la Policía Local?, expuso mientras recordó que la ordenanza se ha elaborado con las asociaciones de vecinos del Salvador, Huerta de la Salud y Plaza de Armas, la Plataforma para el Derecho al Descanso y los colegios oficiales de arquitectos, administradores de fincas e ingenieros. Pero la realidad es que sonó otra sintonía. Al menos en la sala de plenos, donde se encontraban miembros de la Plataforma por el Descanso que no dudaron en aplaudir en protesta.
La cosa no quedó ahí. La refriega política entre Gobierno y oposición llegó al extremo de recordar el pasado de Torrijos al cuestionarse la norma por no haber sido elaborada por funcionarios: No me diga que no consideramos a los funcionarios, que tiene usted una sentencia en contra por coacción, apuntó Vílchez, quien se amparó con la norma de la Junta de Andalucía para justificar la ausencia de veladores en la texto aprobado inicialmente sólo con los votos del PP. Torrijos no tardó en responder: No le pega esa versación, pero no me escandaliza. Ruido y más ruido político.
