El PP se precipitó ayer al anunciar una medida que prevé adoptar el Gobierno de Mariano Rajoy y que todos los barones del partido, incluido Javier Arenas, reclamaron al anterior Ejecutivo: conceder a las comunidades un aplazamiento de "en torno a diez años" en la devolución al Estado de los anticipos de 2008 y 2009 por el modelo de financiación autonómica. Es un dinero que el Gobierno dio de más a las regiones al prever que recaudaría más de lo que al final ingresó. En conjunto eran 23.000 millones, según cálculos de el Ministerio de Economía. La deuda andaluza alcanzaba los 4.637,44 millones. El anuncio lo hizo a primera hora de la mañana el coordinador de Política Autonómica y Local del PP, Juan Manuel Moreno, y recibido con entusiasmo por algunos barones populares y miembros del PP-A, como Alicia Martínez. Pero cuatro horas después el propio Arenas rectificó la noticia.
Arenas es el presidente del PP andaluz y vicesecretario general de Política Autonómica del partido. Ayer se puso a prueba en esa doble faceta, más delicada desde que su puesto orgánico habla en nombre del próximo presidente del Gobierno. Su papel ayer fue el de cortocircuitar el entusiasmo que había generado el anuncio de la moratoria horas antes de que Rajoy recibiera en Génova a los barones regionales del PP. El nuevo Ejecutivo, dijo, "no abordará" la cuestión de la deuda de las comunidades hasta que no se conozca "el estado real" de las cuentas públicas.
El aplazamiento de la deuda autonómica por los anticipos fue una demanda en bloque de las regiones del PP en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. La consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, votó a favor de introducir flexibilidad en el pago. El departamento de Aguayo empezó ayer a calcular el efecto de un aplazamiento a diez años de la deuda, cuando Arenas frenó las expectativas en seco. Hacienda consideró "oportuna" la "rectificación" ya que "es en el Consejo de Política Fiscal donde se deben plantear estas cuestiones a todas las comunidades de distinto signo político". Cabe recordar que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ya ha hecho un par de llamamientos a Rajoy para reunirse con él en cuanto tome posesión del cargo. La ministra Elena Salgado planteó que las devoluciones se realizaran a través de una nueva línea de créditos ICO que permitieran la financiación de la mitad de las cantidades adeudadas.
Griñán pide compromiso y financiación a Rajoy
Griñán, como presidente de la Junta, quiere reunirse con Mariano Rajoy en cuanto sea investido, para hacerle llegar un decálogo de “prioridades políticas para los próximos meses que requieren de la colaboración del Gobierno central”. En la hoja de ruta hay reivindicaciones andaluzas, pero también compromisos y apoyos. Por ejemplo, el rechazo a la “Europa de dos velocidades”. La Junta demanda apoyo “para concertar programas comunes para la creación de empleo y afrontar el problema de liquidez” para las pymes (el presupuesto andaluz incluye mil millones a este fin). Pide que aumente el gasto de I+D y recuerda que el anterior Ejecutivo a dejado una deuda de 1.500 millones por el déficit inversor de 2008 y 2009. También reclama un nuevo plan concertado de vivienda, financiación para el plan OLA (de obras en los colegios) y para las becas 6.000, Talentia y Erasmus. Por último, pide a Rajoy que garantice la atención sanitaria y a la dependencia.
