El candidato del Partido Popular a la presidencia de la Junta y ex ministro, Javier Arenas mostró ayer sus poderes en Los Desayunos de El Correo ante buena parte de la sociedad sevillana. Dejó claro que apuesta a ganador y que no se plantea rubricar un pacto de todos contra el PSOE si al final Chaves no lograse la mayoría absoluta, una hipótesis que va a depender directamente de la participación el 9M.
Cuanto mayor sea la afluencia a las urnas más cerca estará el actual presidente de revalidar la mayoría de la que ha disfrutado en esta legislatura y más complicado lo tendrá el líder andaluz del PP. Arenas conoce perfectamente esta realidad que espera superar el día de las elecciones tras una campaña que le ha llevado a recorrer toda Andalucía -asegura que hace cada día más de 300 kilómetros de media- enganchado al mensaje del cambio político en la comunidad y tratando de ocupar el espacio del centro que hasta ahora ha sido prácticamente socialista a tenor de los resultados electorales de la última década. Arenas reconoce ser moderado en el discurso aunque enérgico en las decisiones.
Escuchándolo ayer en el Alfonso XIII era realmente difícil de asumir que pertenezca al mismo partido que algunos de los personajes que el miércoles convirtieron el sentido homenaje al concejal Jiménez Becerril y su esposa, asesinados vilmente por ETA hace diez años, en toda una arenga política y electoralista totalmente fuera de lugar que únicamente contribuye a crispar de forma peligrosa una sociedad ya de por sí alterada irresponsablemente desde algunos ámbitos de la derecha social, mediática y política. Arenas, por el contrario, ha lamentado los derroteros que tomó el homenaje recordando que el matrimonio asesinado es un patrimonio colectivo de la ciudad. Este discurso sí puede tener alguna oportunidad en una contienda electoral. Pero será el 9 de marzo cuando se cumpla o frustre el sueño de Arenas. Quizá entre todas sus promesas de hoy la que parece más difícil de creer es la de no regresar a Madrid si Rajoy vence el 9M y él no consigue arrebatar el gobierno andaluz a Chaves. En este y en otros envites le va el futuro político y la credibilidad.
