Eddea llegó a Varsovia de la mano de las promotoras españolas que decidieron instalarse allí y ya eran sus clientes. Durante tres años, ha usado Polonia como trampolín para el resto de Europa, como sus proyectos en Austria o Bulgaria. Su último éxito, la concesión del diseño de una plaza en Lerum, Suecia.
Lerum es una ciudad media, de algo más de quince mil habitantes, situada al oeste de Suecia, cerca de Gotemburgo. En colaboración con la sueca SSARK, Eddea afronta el encargo de la ordenación de una plaza equipada con espacios comerciales, concesión en la que pesó la experiencia en urbanismo sostenible de la empresa andaluza.
"Entramos en contacto con promotores suecos que llegaron aquí a través del Icex, buscando arquitectos españoles, porque el diseño que se hace en nuestro país está ganando fama en Europa", explica José María de Cardenas, responsable del negocio exterior de Edde. Lo primero que hicimos al llegar allí es buscar un arquitecto local, lo hacemos siempre. Es necesario, para saber a qué atenerse, porque no todo lo que sirve aquí sirve para otro país, y no sólo por cuestiones de legislación".
Desde su oficina en Varsovia, donde se estableció hace ya tres años y trabaja con parte de la plantilla propia de origen polaco, y con apoyos estratégicos desde Madrid, Eddea opera en una red con visión paneuropea que ya muestra como resultado diferentes proyectos en Austria, Bulgaria, Rumania o la misma Polonia. Allí precisamente acaba de presentar su último encargo: la ordenación de más de 110 hectáreas en el barrio de Bialoleka, Varsovia, donde se prevé el desarrollo de un nuevo centro financiero y residencial para este distrito, de importancia creciente dentro del país centroeuropeo.
Para crecer en Europa, Eddea ha exportado su propio modelo de negocio en España, basado en la conjugación de una potente estructura empresarial con el trabajo de grandes profesionales de la arquitectura y la consultoría estratégica que en ella desarrollan su trabajo.
La colaboración con las empresas asociadas en Europa del Este se basa en los tres elementos básicos del negocio en España: capacidad para integrar todos los intereses que convergen en cada proyecto, dentro de un marco de trabajo regulado por sencillos pero estrictos procedimientos de gestión de proyectos, y siempre desde el interés común por el diseño, compartido por todos los profesionales que componen su plantilla en Europa.
La estrategia de internacionalización se debe, en gran parte, a la caída del sector en nuestro país, que para cuadrar cuentas pide ampliar el negocio, y se basa en buscar los nichos que ofrecen los países emergentes del Este en cuanto a ordenación urbanística.
"A ellos les falta algo de experiencia en cuestiones que en España ya estamos trabajando hace tiempo", explica José María de Cárdenas. "La integración en la ordenación de la ciudad de los 'barrios dormitorio' con los centros de ocio o laborales es un reto que se plantean en los países de centroeuropa, cómo también lo son la arquitectura y el diseño sostenible, y ese es el valor añadido que aportamos nosotros, la experiencia que hemos ganados en los años 'dorados' del sector en España que nos puede servir para sobrevivir ahora con una internacionalización prudente pero sostenida". El prestigio se convierte en la mejor herramienta para suplir la escasez de inversiones en España.
