Cultura

Así será el ‘templo’ de Mario Maya

La casa-museo del genial bailaor abrirá al público esta primavera en La Florida

el 20 mar 2011 / 21:26 h.

El creador cordobés sigue presidiendo su vivienda con este gran cuadro al óleo que se encuentra en el centro del gran salón de la casa-museo.
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Fundamental en la historia del flamenco porque rompió barreras y porque fue un renovador del baile, convirtiéndose en vanguardia y tradición en cada uno de los instantes de sus asombrosas actuaciones, a Mario Maya Fajardo (Córdoba, 1937-Sevilla, 2008) hay que rendirle todavía muchas cuentas...

Y para ello existe la fundación que lleva su nombre y que preside su viuda Mariana Ovalle, persona que con elegancia nos abre las puertas de la nueva casa-museo de Mario Maya, sede de dicha fundación y antigua vivienda del propio creador localizada en el barrio de La Florida, concretamente en el número 5 de la escondida calle Atanasio Barrón.

Se trata de una casa-museo inspirada en el legado artístico y humanístico del artista que se espera abrir esta primavera siempre que la fundación logre sortear algunos flecos pendientes.

"Aunque esta institución nació con la vocación de ser autosuficiente, creemos que hay entidades que tienen el deber de colaborar con ayudas económicas o de infraestructuras en este proyecto, ya que el patrimonio de Mario es de todos los ciudadanos", apostilla Pepe Yáñez, su portavoz.

Y es que la Fundación Mario Maya no ha recibido todavía ayuda económica alguna. No obstante, Mariana Ovalle únicamente piensa en trabajar cada día y no quejarse en demasía, pues es consciente de la dura situación económica que atraviesa España. Por ello, los trabajos internos para convertir la casa de Mario Maya en un pequeño museo se están adelantando para cuando lleguen esas esperadas ayudas, que según explican, tienen tramitadas.

Las obras de remodelación para su adaptación a la normativa legal, las relaciones públicas o la asesoría legal, entre otras tareas, han sido realizadas con el esfuerzo privado de personas tan desinteresadas en una remuneración como interesadas en que esta iniciativa sea cuanto antes una realidad. Y ello con el rigor y la profesionalidad que el público espera y que, sobre todo, Mario Maya se merece.

"Hemos hecho todo el trabajo que normalmente se realiza con subvenciones", afirma Yáñez. "Pase lo que pase, con ayudas o sin ellas, aunque la apertura de la casa-museo al público se demore algo, el proyecto jamás morirá", asegura con convicción Mariana Ovalle.

Así, cuando llegue el momento en el que el público pueda entrar en este templo del arte y del flamenco, será testigo y partícipe de un vasto legado conformado por más de 3.000 archivos (entre fotos, cartas, cuadros, vestuario...) de valor incalculable recogidos en los 320 metros cuadrados de su casa-museo.

Nada más acceder al número 5 de Atanasio Barrón, el visitante se encontrará en un enorme salón repleto de obras de arte y fotografías familiares e íntimas del bailaor, presidido por un gran cuadro del pintor cordobés Desiderio Delgado que le realizó a modo de homenaje a su paisano.

Junto a esta gran sala caracterizada por un ambiente familiar pero muy flamenco se accede al despacho de Mario Maya, que está "exactamente tal y como lo dejó", afirma su viuda. Aquí se puede disfrutar del aspecto más profesional del andaluz, con carteles de sus montajes, utensilios personales como trajes y zapatos, premios a toda una carrera brillante, herramientas de trabajo como su ordenador y sus instrumentos, y fotografías con numerosos artistas flamencos de la talla de Pilar López, Antonio Mairena, La Niña de los Peines o Manolo Caracol.

Por último, situado en el sótano de la vivienda, la fundación tiene preparada una exposición de retratos sobre artistas flamencos del pintor Patricio Hidalgo. Allí mismo estará disponible un ordenador táctil en el que el público podrá visualizar el extenso patrimonio del artista gitano, amén de un proyector que reproducirá algunas de las 17 coreografías que legó, entre las que se recuerdan títulos como Camelamos Naquerar, artículos, conferencias y registros audiovisuales.

Además, una vez la casa-museo esté en el circuito cultural de la ciudad, es intención de la fundación que acoja tertulias sobre flamenco, literatura, teatro o artes plásticas, dando continuidad a las inquietudes que tenía Mario, un bailaor que creaba flamenco en cada movimiento, que ha marcado época y que "si fue grande como artista, aún más lo fue como padre y marido", remata Mariana Ovalle.

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