Las dificultades para obtener la financiación que permita reanudar la actividad en el astillero podrían dejar de ser un problema a corto plazo. Es el mensaje que ha trasladado la Junta a los sindicatos, que consideran "encarrilado" el mayor obstáculo para retomar los barcos que tiene en cartera la planta, y a esa posibilidad se aferran.
Con este horizonte, los trabajadores consiguieron arrancar tanto de la Administración andaluza como de la dirección de la empresa, en el encuentro mantenido ayer, un compromiso por el que se marca el próximo 30 de abril como fecha tope para poner en marcha de nuevo la actividad en el astillero, según indicaron fuentes conocedoras del proceso.
Sin embargo, el acta rubricada deja constancia de que tanto Junta como empresa "se comprometen a realizar las actuaciones necesarias para reactivar la carga de trabajo" antes de esa fecha, cuestión que, aclaran otras fuentes, no está tan despejada pese a la que Administración negocia con un banco nacional ese vital respaldo financiero, pero claro, para el que reclaman ciertas garantías que no son otras que la viabilidad del proyecto con la llegada de un socio industrial.
Y he aquí que también hay abiertos frentes con varios posibles inversores, aunque, como demuestra la historia reciente, de las negociaciones a la materialización hay un buen trecho.
Por si fueran pocos los obstáculos, quedaría pendiente en tercer lugar la reactivación de la actual carga de trabajo, tres barcos, que requieren, de nuevo, de la renegociación del contrato con los armadores, que los han dejado en el aire tras varios años esperando su finalización.
Hasta aquí la "buena noticia" para los sindicatos que, no obstante, también recibieron ayer la comunicación de que Astilleros extinguirá los 99 contratos procedentes de la antigua Izar y dejará en plantilla sólo a aquellos trabajadores que se incorporaron con posterioridad al proceso de privatización -es decir, los contratados a partir del 1 de diciembre de 2006-, así como a los 21 puestos de trabajo correspondientes a la industria auxiliar interna. En total, la factoría naval mantendrá 84 empleos.
Esta cifra supone un tercio de la plantilla con la que contaba Astilleros de Sevilla antes de que se aplicase el expediente de regulación (ERE) extintivo aprobado el pasado junio, que entonces supuso la salida de la empresa de 84 trabajadores de la antigua Izar.
Pero la salida de los 99 compañeros restantes no se hará toda de golpe, aunque el grueso de estos contratos -un total de 73- se extinguirá antes de que concluya este mes de enero.
Los 26 restantes se irán marchando de la empresa con el límite fijado en el 31 de diciembre de 2012, según indicaron otras fuentes, que apuntaron que se mantendrán "como retén" para contribuir a la reactivación de la factoría naval.
Las fuentes aclararon que en la reunión tanto la Junta como la dirección del astillero se limitaron a comunicar la extinción de los contratos que quedaban procedentes de Izar, una medida que llega impuesta por exigencia de los administradores concursales ante las condiciones económicas actuales de la sociedad que, cabe recordar, se halla inmersa en un concurso de acreedores, y ante el fracaso del proyecto empresarial tras el proceso de privatización.
Satisfacción. El secretario general de la Federación de Industria de CCOO-A, Enrique Jiménez, valoró el compromiso por escrito rubricado por la Junta, una exigencia que desde el ámbito sindical se venía reclamando desde mediados del año pasado y que les proporciona "cierta garantía". Aunque "desde el principio, hemos confiado en su voluntad de solucionarlo, ahora hay más que eso, un acuerdo por escrito con una fecha cierta".
Además, se mostró satisfecho con los avances para que llegue la financiación necesaria y retornar a la actividad.Por su parte, el secretario general de MCA de UGT-A, Manuel Jiménez, puso en valor el "compromiso decidido" de la Junta y destacó el "gran sacrificio por la viabilidad de la factoría efectuado por todos", que "se debe compensar con la puesta en marcha de la actividad lo antes posible".
Las claves
Suspensión de pagos. Astilleros está desde octubre en suspensión de pagos. Los administradores concursales exigen la extinción de contratos.
84. Son los trabajadores, 63 de plantilla y 21 de industria auxiliar interna, que quedarán a partir de 2013. Los 63 entraron tras la privatización.
Financiación. Es el principal escollo para que la planta naval pueda retomar los tres barcos que tiene en cartera a falta de un socio inversor.
Antigua Izar. Antes de final de mes se extinguirán 73 contratos. Los 26 restantes tendrán de límite hasta el 31 de diciembre de 2012.
