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Atocha calla en honor a las víctimas

Cuatro años después de la masacre y con sus autores por fin condenados, Madrid rindió ayer con el silencio un nuevo homenaje a las víctimas de los atentados del 11-M, en un acto presidido por los Reyes ante el monumento de la estación de Atocha que recuerda a los 192 fallecidos. (Foto: EFE).

el 15 sep 2009 / 01:33 h.

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Cuatro años después de la masacre y con sus autores por fin condenados, Madrid rindió ayer con el silencio un nuevo homenaje a las víctimas de los atentados del 11-M, en un acto presidido por los Reyes ante el monumento de la estación de Atocha que recuerda a los 192 fallecidos.

El acto, solemne y austero, celebrado dos días después de las elecciones generales, apenas duró diez minutos y en él no hubo espacio para los discursos: sólo el silencio y la música compartían el privilegio de honrar a las víctimas mortales de aquellos brutales atentado que, el 11 de marzo de 2004, sacudieron los cimientos más sólidos de la sociedad española.

Los familiares de las víctimas, que no llegaron al centenar, tuvieron un lugar reservado frente al cilindro de cristal, aunque algu- nas de las sillas quedaron vacías. Y es que, para muchos de ellos, el último atentado perpetrado por la banda terrorista ETA contra el socialista Isaías Carrasco, también en vísperas de elecciones como el 11-M, removió el recuerdo de esa mañana aciaga en Madrid.

Don Juan Carlos y Doña Sofía compartieron la zona de honor con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero; los presiden- tes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo; del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Supremo, Francis- co Hernando, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, organizador del acto.

Unos metros detrás siguieron la conmemoración más de un centenar de invitados, como es el caso del líder del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, separados por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.

Don Juan Carlos y Doña Sofía depositaron una corona de laurel con la bandera de España a los pies del gran cilindro de vidrio y, a continuación, durante un minuto reinó el silencio en memoria de los que perdieron la vida en las explosiones de los trenes de cercanías y del GEO que murió días después en el asalto a la vivienda de Leganés donde se suicidaron algunos de los terroristas que cometieron los atentados.

Música solemne. El silencio sólo se rompió por la voces del coro de la Capilla Real de Cataluña y Madrid que, dirigido por Jordi Savall, interpretaron Da Pacem Domine, del músico estonio Arvo Part que la compuso después de la masacre, inspirado por la emoción y siguiendo los parámetros del cántico gregoriano del siglo IX.

Entre los cantantes, vestidos de negro, destacaba en primera fila Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente del Gobierno, que en esta ocasión no le acompañaba de manera oficial.

Antes del homenaje frente al monumento de cristal, los Reyes, Zapatero, Fernández de la Vega, el alcalde de Madrid, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, descendieron a la sala situada bajo el cilindro y donde se ven escritos los nombres de las víctimas y los mensajes que, en multitud de idiomas, fueron dejando en Atocha cientos de ciudadanos anónimos durante los días posteriores a los atentados.

Al término del acto, los Reyes y las autoridades fueron despedidos por los aplausos de algunos centenares de ciudadanos que se congregaron a distancia, detrás de las vallas. Fue entonces cuando algunas víctimas comentaron el dolor que sienten, en especial, en una fecha tan marcada.

Antes, Aguirre y Gallardón depositaron una corona de laurel en la fachada de la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol con motivo del cuarto aniversario de los atentados del 11-M.

La melodía del Requiem de Mozart dio comienzo al acto, sólo duró diez minutos: dos alumnos de la Academia regional de Policía portaron una corona de laurel con las cintas de la bandera de España y de la Comunidad de Madrid, que entregaron a los dirigentes madrileños, que la depositaron en la placa de agradecimiento a las personas que trabajaron para ayudar a las víctimas.

Al acto acudieron Juan Antonio García Casquero, que suplirá a Francisco Alcaraz en la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), y la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez.

También CCOO y UGT de Madrid recordaron junto a la presidenta de la Asociación Víctimas del 11-M, Pilar Manjón, a las personas que fallecieron en el atentado islamista, en un acto también se honró al ex concejal socialista asesinado por ETA el viernes.

A estos actos se unen los gestos de la ciudadanía. Un único y sobrio ramo de claveles y margaritas presidió ayer el Bosque del Recuerdo, espacio que homenajea en el parque del Retiro de Madrid a las víctimas y, junto a él, se depositaron dos dibujos con mensajes claros: "No os olvidaremos" y "Siempre os llevaremos en el corazón", realizados por los alumnos del tercer curso de primaria de un colegio público madrileño.

Tras el juicio. El homenaje de ayer es el primero que se produce tras la sentencia del juicio del 11-M, que dictó el pasado 31 de octubre el juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez. El fallo dictaminó que los atentados fueron obra de "células terroristas de tipo yihadista" y que detrás no estuvo la mano de ETA. En total, fueron 21 los condenados, entre ellos Jamal Zougam y Othman el Ganout, que recibieron penas de 42.922 y 42.924 años por su participación en el 11-M.

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