Unicaja y Cajasur alcanzaron ayer un principio de acuerdo "a plena satisfacción de ambas partes" para la incorporación de la entidad cordobesa al proceso de fusión iniciado por la caja malagueña y la de Jaén.
La fusión a tres supondrá la creación de la sexta entidad de España por volumen de activos, además de la quinta por depósitos. En los últimos días se han mantenido distintos encuentros que finalmente han cristalizado en el documento que hoy será presentado al Banco de España para su aprobación.
Aún así, la negociación no ha sido fácil para incorporar a la caja cordobesa al proceso de creación de una gran caja andaluza. La iglesia, fundadora de la entidad, se garantiza un importante nivel de decisión en los órganos de dirección, así como los fondos de los impositores y un trato preferente hacia el tejido productivo y empresarial cordobés.
Además, el cabildo se asegura que la operación no suponga una merma para el actual nivel de empleo en la caja cordobesa. Los acuerdos serán llevados al consejo de administración previsto mañana en Cajasur, que debe autorizar que los órganos de dirección sigan adelante con el proceso, que supondrá sin duda un balón de oxígeno para la entidad cordobesa, situada actualmente en el índice más alto de morosidad de España, con serio riesgo de intervención por parte de la entidad emisora.
Quizá por eso ha sorprendido que el cabildo, consciente de la comprometida situación de la entidad por su importante dependencia de operaciones inmobiliarias, haya querido negociar con Unicaja sus propias condiciones al margen del Consejo de Administración en cuanto a titularidades patrimoniales para la Iglesia.
En cualquier caso, el sí de Cajasur pone velocidad de crucero para un proyecto largamente anhelado por el Gobierno andaluz, que ha demandado siempre un instrumento financiero de primer nivel que ejerza de motor económico de Andalucía. Hoy, ya está en marcha.
