Nada más llegar los populares al poder hubo conversaciones pero más de un año después aún no hay nada concretado, si bien el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, admitió ayer que llevan "meses negociando" y que existe "un buen entendimiento" para dividir los terrenos entre una franja de usos socioculturales que asumiría el Consistorio y una zona reservada para la multinacional que admitiría usos terciarios como "un hotel o un espacio comercial". Para ello es necesario modificar el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), ya que el terreno del solar esta calificado como suelo industrial singular, donde solo es posible ubicar factorías, talleres artesanales, servicios avanzados, viviendas adscritas al edificio industrial, garajes, equipamientos públicos y, como mucho, oficinas públicas.
Aunque la Consejería de Agricultura y Medioambiente, competente en materia urbanística, rehusó concretar ayer si su visto bueno es necesario hasta conocer el proyecto, la ley prevé que cualquier modificación que afecte a la calificación del suelo necesita la aprobación de la Junta. De hecho, el propio Vílchez apeló ayer a la colaboración de todas las fuerzas políticas e instituciones para que este "espacio muerto" se "incorpore" a la ciudad a través de "nuevos activos que serán beneficiosos para todos los ciudadanos". Y el delegado de Empleo, Gregorio Serrano, fue más claro y pidió "responsabilidad" a la Junta para "atender a los requerimientos y necesidades de la ciudad" y "sensibilidad con los problemas de Sevilla y con los acuerdos que esta ciudad está luchando por alcanzar con empresas e instituciones para reactivar la economía". El Ayuntamiento culpa a la Junta de la falta de uso de la Gavidia por su rechazo a cambiar el PGOU para darle un uso comercial y también le atribuyó el fracaso del proyecto de Decathlon en el entorno del Estadio Olímpico aunque fue el retraso municipal en la concesión de la licencia lo que dio al traste con éste.
Ni Altadis ni el Consistorio quisieron concretar ayer qué superficie explotaría la tabaquera y qué parte el Consistorio, ya que ambas partes reconocen que no hay un acuerdo cerrado. Respecto al uso sociocultural, la promesa electoral del PP incluía un centro de día para mayores, un centro cultural, un auditorio y un centro de arte contemporáneo (los vecinos en su día propusieron un museo del tabaco) y cifraba en 7.000 los metros cuadrados reservados para uso comercial, además de un balcón al río y una pasarela peatonal.
En cuanto a los usos comerciales, la idea de un hotel siempre ha estado sobre la mesa (el portavoz socialista Juan Espadas la defendió) y se especula con el interés de cadenas comerciales como Mercadona, que admitió ayer que estudia todos los suelos disponibles pero no hay nada decidido.
El portavoz del PSOE municipal, Juan Espadas, se reunirá con el alcalde para conocer los detalles de la negociación. Acepta la recalificación del suelo con "una adaptación del PGOU, pero no nos lo podemos saltar" y "no cabe todo". En concreto rechazó las "grandes superficies comerciales" y que Altadis cuente con "un traje a medida". "Se trata de construir algo de interés para que haya una inversión privada y que esté dentro del PGOU", dijo.
IU fue la más contraria al plan inicial de Altadis y a cambiar el PGOU. Su portavoz municipal, Antonio Rodrigo Torrijos, criticó ayer la "opacidad" de las negociaciones y recordó que la multinacional deslocalizó la producción y destruyó cientos de empleos. Rechazó "fragmentar" el PGOU para atender "demandas parciales según qué intereses".