El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía llegaron hace dos días a un acuerdo para sacar adelante el diseño urbanístico de la ciudad. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga empezó a tramitarse hace cinco años, pero hasta esta misma semana seguía atascado por la diferencia de criterios del consistorio (PP) y la Junta (PSOE) respecto a la mayor bolsa de suelo por construir que le quedaba a la ciudad.
En los terrenos conocidos como el Arrajainal, junto a Guadalmar y las riberas de los ríos Guadalhorce y Campanillas, el ayuntamiento había dado luz verde a la construcción de cientos de viviendas y hoteles, mientras que la Consejería de Obras Públicas quería preservar esa superficie del ladrillo y destinar el solar (de 55 hectáreas) a un gran parque metropolitano. El PGOU necesita la aprobación inicial del consistorio y el refrendo de la Junta. Pero en los últimos años, el ayuntamiento ha presentado varias veces el borrador del planeamiento, y la Junta lo ha rechazado sistemáticamente porque el uso de los suelos del Arraijanal seguían siendo urbanizable.
Sin embargo, después de cinco años, el atasco del PGOU no estaba tanto en la disparidad de criterios -la crisis inmobiliaria se encargó de desinflar las expectativas del Gobierno local- como en el hecho de que gran parte de ese solar era ya de titularidad privada, porque había sido comprado por varias promotoras inmobiliarias. Vallermoso, por ejemplo, poseía el 65% de la superficie.
En realidad, el último escollo del PGOU ha sido decidir cuál de las dos administraciones se iba a hacer cargo de la expropiación de esos suelos, o lo que es lo mismo, quién debía compensar a las constructoras. Al final, lo que acordaron el jueves el alcalde Francisco de la Torre y la consejera Rosa Aguilar, en una reunión en Sevilla, fue que la mayor parte de los terrenos de Arraijanal serán expropiados por la Gerencia municipal de Urbanismo, que es el órgano competente, pero la compensación económica a las promotoras la asumirán ambas administraciones al 50%.
El Consistorio dará el visto bueno al texto del PGOU la semana que viene y la Junta prevé su aprobación definitiva para final de este año, cuando será publicado en el BOJA.
Detalles. El PGOU de Málaga recoge 3,5 millones de metros cuadrados en espacios libres y 22.184 viviendas protegidas. Se convierte en "una herramienta útil" para el desarrollo de la actividad empresarial de la ciudad y "favorecerá la generación de empleo y la salida de la actual crisis", explicó ayer la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar.
El PGOU se adapta al Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum), un documento que el ayuntamiento recurrió en los tribunales por "invadir" competencias municipales. No obstante, los acuerdos recogidos en el planeamiento local suponen la resolución del 90% de los aspectos recurridos. El nuevo documento contempla Arraijanal como espacio libre de interés metropolitano, como defendía la Junta. Ante la posibilidad de que Málaga fuera una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2018 en caso de que resultase elegida la candidatura conjunta de España y Portugal, el PGOU deja abierta la posibilidad de construir un nuevo estadio en la zona de San Cayetano.
Hasta la fecha Málaga era -junto a Cádiz y Almería- la única capital de provincia que aún no había adaptado su PGOU a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), aprobada en 2005, y cuyo mandato establecía que todos los pueblos y ciudades de la comunidad debían adaptar su planeamiento urbanístico a esta nueva ley antes de enero de 2007. Evidentemente los plazos no se cumplieron ni en las capitales ni en los pueblos, porque aún quedan 460 municipios sin la adaptación aprobada, de los 178 son pueblos pequeños que nunca han contado con un PGOU.
Tanto el PSOE como el PP, además del sindicato CCOO, valoraron positivamente ayer que se haya desatascado el diseño urbanístico de Málaga.
