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Aznar considera 'un error' reconocer la independencia de Kosovo

El ex presidente del Gobierno José María considera que reconocer la independencia de Kosovo, declarada unilateralmente por su Parlamento, supone "un inmenso error" y equivale a "crear una posibilidad, un horizonte y una esperanza" para que nacionalismos.

el 15 sep 2009 / 01:11 h.

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El ex presidente del Gobierno José María considera que reconocer la independencia de Kosovo, declarada unilateralmente por su Parlamento, supone "un inmenso error" y equivale a "crear una posibilidad, un horizonte y una esperanza" para que otros nacionalismos consideren que también es realizable "una opción similar" cuando "llegue su momento".

"El País Vasco, Flandes, Escocia... No tienen nada que ver con la situación de Kosovo pero no es este el problema. La realidad es que si los kosovares consiguen su independencia y soberanía en el modo en que lo están intentando, eso equivale a crear una posibilidad, un horizonte y una esperanza de que también para otros sea realizable una opción similar cuando llegue su momento", opina, en un artículo publicado en el diario italiano 'Il Messagero' y recogido por Europa Press, el ex jefe del Ejecutivo español.

El anterior líder del Partido Popular comienza su escrito subrayando que la política "no es el arte de aceptar lo inevitable" sino "el arte de hacer posible aquello que es deseable" y deja claro que la declaración unilateral de independencia de Kosovo representa "otro ejemplo de la confusión que reina en la política actual". "Hay que decirlo claramente: reconocer Kosovo en la situación actual y en la forma actual es un error que tendrá graves consecuencias", remarca.

Aznar recuerda que la OTAN no intervino en 1999 en los Balcanes para "asegurar la independencia de Kosovo" sino que se "movilizó militarmente" para impedir "un potencial genocidio" de la mayoría albano-kosovar "dominada y castigada" hasta ese momento por los serbios, controlados por el Gobierno de Slobodan Milosevic.

"La OTAN, de hecho, combatió en aquella guerra justificando su intervención con dos motivos fundamentales: el respeto de todas las minorías como condición esencial para ser aceptado en el plano internacional y el rechazo a la construcción de estados nacionales por medio de la limpieza étnica. En otras palabras, la OTAN decidió la intervención militar para garantizar la tolerancia y consolidar los estados multiétnicos", sostiene el ex presidente, para después sentenciar que "quien crea lo contrario, se equivoca" y "quien lo diga, conociendo las decisiones de aquel momento, miente".

"Reconocer hoy Kosovo --prosigue Aznar-- significa olvidar los principios que inspiraron y guiaron nuestra intervención en 1999. Peor todavía, significa cerrar voluntariamente los ojos sobre todo cuanto ha ocurrido desde entonces en aquella región". El ex presidente asegura que los albano-kosovares, "a pesar de la voluminosa ayuda de la Unión Europea y del hecho de que las fuerzas de la ONU estén para vigilar la seguridad", "han maltratado despiadadamente a las minoría serbia en un dramático ajuste de cuentas". "Ha destruido sus iglesias y sus monumentos históricos, han acelerado la marginación y, para finalizar, la efectiva separación física y el éxodo de una gran parte de ellos. Usando un eufemismo, no es edificante. Reconocer Kosovo en este modo equivale a dar crédito a la limpieza étnica, esta vez de signo opuesto", advierte.

Tras exponer que la región balcánica podrá ser independiente pero no podrá "funcionar "de manera independiente" y dependerá de la comunidad internacional, Aznar considera "impensable" que "a medio plazo" las funciones institucionales de "un auténtico estado soberano" puedan ponerse en marcha. "No digo desarrollarse con regularidad sino ni siquiera iniciarse, sin la asistencia continua y significativa de la Unión Europea y sin que las funciones de orden y seguridad dependan de la presencia de las tropas aliadas". "Creer que Kosovo está preparado para la independencia en términos prácticos de funciones y competencias es un enorme error. Por que no es así", acota.

En tercer lugar, el ex presidente español explica su versión sobre el apoyo de Estados Unidos a la independencia kosovar porque "parecen presionados por el afán de deber tutelar y administrar" la región y prefieren creer que, "dándole vía libre", "la presión "disminuirá". Los países europeos, a su juicio, "están convencidos de la ineludibilidad de la independencia" de los kosovares porque "sin ella" podrían "recurrir a la fuerza" contra los propios países comunitarios". "Dos sentimientos negativos", resume Aznar, "pensando en el futuro".

"La OTAN no debería nunca basar sus propias decisiones en términos de amenaza o de riesgo por el uso de la fuerza. Sería como legitimar el chantaje y esto no es ciertamente un noble principio sobre el cual construir las relaciones internacionales. Desgraciadamente es justo esto lo que parece que va a producirse", subraya.

El ex presidente del Gobierno argumenta que el reconocimiento de la independencia unilateral de Kosovo "significa aceptar en el escenario internacional el principio de autodeterminación de los pueblos y el cambio, sin necesidad de consenso, de las fronteras europeas" y advierte de que "la experiencia" sobre esos puntos ha sido "catastrófica en el pasado". "Pero no solo eso: es que rompe con los principios reconocidos y defendidos a nivel institucional, por ejemplo en el seno de la UE, desde al menos cinco décadas. Sin contar con que representa un pésimo precedente para el futuro", recalca.

Llegado a este punto de su argumentación, Aznar aborda entonces las eventuales consecuencias de Kosovo en los movimientos "nacionalistas, separatistas e independentistas". "Es habitual afirmar que Kosovo es un caso totalmente particular que no puede tomarse como ejemplo para otros grupos separatistas en Europa pero *qué principios podremos sacar del conflicto para los serbio-kosovares para impedir que también ellos pidan la independencia y decidan libremente unirse a Serbia?", se pregunta el ex mandatario español, para después recordar el caso de Mitrovica o de los bosnios de origen serbio en la República Srpska, "que presentan las mismas características de los kosovares pero en los límites de Sarajevo".

"Los diversos independentismos, separatismos y nacionalismos excluyen a cualquiera que tenga sus principios y una agenda racional, se mueve por la fuerza de las pasiones y los sentimientos irracionales, razón por la cual es imposible concluir, con la experiencia que tenemos, que terminarán comportándose según nuestra lógica. Es cierto, el País Vasco, Flandes, Escocia.. No tienen nada que ver con la situación de Kosovo pero no es este el problema. La realidad es que si los kosovares consiguen su independencia y soberanía en el modo en que lo están intentando, eso equivale a crear una posibilidad, un horizonte y una esperanza de que también para otros sea realizable una opción similar cuando llegue su momento", escribe Aznar.

"Quizá no se hoy ni mañana sino en un futuro --advierte--. Un buen día podrán decir: Por qué ellos sí y nosotros no. Reconociendo hoy Kosovo en estas circunstancias, nos estamos desarmando de cara al momento en el que deberemos confrontarnos en estas circunstancias a esa fatídica pregunta. El hecho de que, como alguno argumenta, no sea deseable reconocer Kosovo y que la ONU no haya dado su bendición es cuestión puramente formal y, por tanto, no relevante. Lo que es verdaderamente grave es la independencia unilateral", considera.

Aznar termina su artículo resaltando que es "más que dudoso" que la aceptación de la soberanía kosovar sea "una base mejor para el futuro". "De momento, este acontecimiento se ha transformado en un gran error por nuestra propia culpa", concluye.

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