Cultura

Bailar contra viento y marea

Escaso presupuesto, discreta ayuda institucional pero excelentes resultados. El Mes de Danza, que se celebra en Sevilla desde 1994, es el ejemplo de un festival consolidado que hace malabares con su pequeña infraestructura. El día 31 da comienzo su 15ª edición.

el 15 sep 2009 / 17:05 h.

Escaso presupuesto, discreta ayuda institucional pero excelentes resultados. El Mes de Danza, que se celebra en Sevilla desde 1994, es el ejemplo de un festival consolidado que hace malabares con su pequeña infraestructura. El día 31 da comienzo su 15ª edición con el intorrogante de su continuidad en el aire.

El Mes de Danza de Sevilla, una de las únicas citas culturales que no ha sufrido las consecuencias de los vaivenes políticos en el Ayuntamiento de la ciudad, podría celebrar el próximo mes de noviembre su última edición de no aumentar "el compromiso actual de las administraciones". Así de tajante se mostró ayer la directora de la muestra, María González, que se vio obligada a ofrecer la rueda de prensa de presentación del festival en un bar cercano a la casa consistorial, una vez que la delegada de Cultura, Maribel Montaño, desconvocara unilaterlamente el encuentro con los medios.

Así, antes de comenzar la atípica rueda de prensa, González advirtió de lo "inviable" de su continuidad sin un incremento "cuantitativo y cualitativo" del apoyo institucional que prestan el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura.

Según explicó, el ciclo "es un proyecto complejo que abarca diferentes tipos de espacios en la ciudad, que colabora con entidades de índole muy diferentes, que no solo programa espectáculos, sino que también pretende ser un espacio de formación y de reflexión". Por todo ello, para rentabilizar los recursos y ser coherente en su contenido, la programación del festival "requiere una planificación a un año vista mínimo, es decir que deberíamos estar ya trabajando en la edición siguiente".

"La falta de visión a medio y largo plazo respecto a un apoyo por parte de las instituciones nos limita muchísimo a la hora de ser coherente con este planteamiento y rentabilizar al máximo el dinero público", advirtió finalmente María González, que se da de plazo hasta enero de 2009 para "conocer cuál será el futuro del Mes de Danza".

Programación. Así las cosas, María González anunció ayer que la programación de la 15a edición del Mes de Danza es "más que digna", y en ella destacan espectáculos como Nai, la pieza legendaria del coreógrafo francés Hervé Diasnas, que fue estrenada en 1981 en Nueva York y que, a día de hoy, continúa su gira imparable desde su nacimiento.

La danza visitará, hasta el 23 de noviembre, lugares monumentales a través de diversas propuestas de compañías venidas desde distintos puntos de la geografía española, como la gaditana Rosario Toledo, que realiza un trabajo en el camino del nuevo flamenco con Del primer paso. Lo hará en el Espacio Iniciarte, en la antigua iglesia de Santa Lucía, escenario que se incorpora por primera vez a la muestra.

No obstante, será el vasco Germán Jáuregui (de la compañía del celebérrimo Wim Vandekeybus) quien dé el pistoletazo de salida el día 31 -también en Iniciarte- con el solo Isaac, que repetirá el 2 de noviembre en el Monasterio de la Cartuja. Por lo demás, la compañía Ertza presentará las piezas Ni contigo ni sin ti e Intemperie; el grupo Arraiana, desde Galicia, hará lo propio con Hoy, en la calle. El Mes de Danza llevará también a distintos teatros (Maestranza, Central, Alameda y La Imperdible) trabajos de creadores andaluces, como Bárbara Sánchez con su solo Plutón no es un planeta; la compañía Plan B, que trae Molto Vivace, y Paloma Díaz, que bailará Sniff en el Parque de María Luisa.

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