La protesta del 15-M para impedir el desahuicio de una familia en la colonia de Caulina, en Jerez de la Frontera, se convirtió ayer en una batalla campal que se saldó con once detenidos y varios heridos, ninguno grave, entre ellos seis policías. El propietario de la vivienda en cuestión, J.G., tuvo que ser trasladado al hospital con una crisis de ansiedad.
Desde primera hora de la mañana, los manifestantes se encadenaron ante el inmueble para impedir el desahucio de un matrimonio y sus tres hijos, ordenado por el juez ante el impago de tres cuotas de un crédito de 24.000 euros que solicitó la pareja en 2005 para regular la situación de su parcela. La ejecución estaba programada para el miércoles, pero tuvo que posponerse ante los problemas de salud de J. G. y la presencia de los integrantes del 15-M. Ayer, estaba fijado para las diez de la mañana pero no se realizó hasta el mediodía después de que la Policía avisara a los antidisturbios de la situación y dos furgones policiales se trasladaran a la zona para actuar.
Los antidisturbios cargaron contra los manifestantes durante duros enfrentamientos en los que llegaron a recurrir a disparar bolas de goma al aire y que se saldaron con once detenidos y varios heridos, entre ellos seis agentes. Según fuentes policiales, las once detenciones se practicaron "a modo identificativo", aunque se está investigando cuáles de los detenidos serán sancionados y quiénes serán acusados de un delito de atentado contra la autoridad. Asimismo, explicaron que tras las detenciones, una treintena de miembros del 15-M se dirigieron hasta la Comisaría de Jerez para continuar sus protestas.
El Ayuntamiento de Jerez lamentó los incidentes. En un comunicado, el Ayuntamiento expresó su apoyo y solidaridad a las Fuerzas de Seguridad y a todos los afectados, al tiempo que mostró su pesar por que la situación económica esté conduciendo a hechos como éste debido a la "desesperación" en la que se encuentran muchas familias.
