Cultura

Bécquer invita a soñar en el patio de Bellas Artes

El sueño de una noche de verano tiene nombre propio: Gustavo Adolfo Bécquer. La escritura amorosa del poeta sevillano por excelencia asoma desde mañana al patio de la Facultad de Bellas Artes de la mano de Producciones Imperdibles.
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el 16 sep 2009 / 04:15 h.

El sueño de una noche de verano tiene nombre propio: Gustavo Adolfo Bécquer. La escritura amorosa del poeta sevillano por excelencia asoma desde mañana al patio de la Facultad de Bellas Artes de la mano de Producciones Imperdibles. Rimas, piano, proyecciones audiovisuales y desdobles de personajes en una hora y diez minutos que dura el espectáculo Soñando a Bécquer.

El Bécquer poeta, pintor, mujeriego, aventurero... se paseará esta semana (habrá representaciones de martes a sábado hasta el 6 de agosto) por el campus universitario de la calle Laraña. Cada tarde el patio de la Facultad de Bellas Artes subirá el telón para mostrar los diferentes aspectos de la vida del poeta a partir de su obra. Producciones Imperdibles ha buceado en sus libros, "muy autobiográficos", pues "en todos sus poemas hay continuos reflejos de su vida, sus amoríos o su enfermedad", explica el autor del montaje y director de la compañía, José María Roca.

Soñando a Bécquer sigue la estructura del ciclo Personajes y mitos históricos sevillanos iniciado hace años por Producciones Imperdibles con otros personajes como Velázquez, Pedro I, Ibn Jaldún, Carlos V, Isabel la Católica o Luis Cernuda. El espectáculo comienza con una visita a la tumba de Bécquer en el Panteón de los Sevillanos Ilustres, en el subsuelo de la facultad. Al halo lúgubre y misterioso de la cripta en sí se sumará la sonoridad decadente de algunos de los textos del poeta.Pretende ser "un encuentro sonoro", subraya Roca.

En un ambiente distendido, con un patio de butacas con mesas y sillas en las que poder tomar algo, la obra llevará el sello de la dramaturgia Imperdible, con proyecciones en directo a modo de escenografía virtual. Entre las imágenes estarán grabados de la época, como el del Palacio de San Telmo donde estudió Bécquer u otro de la Puerta del Sol de 1850, así como los dibujos de Bécquer y de su hermano Valeriano.

La escenografía se completará con una pérgola vegetal con claras evocaciones al Parque de María Luisa, un piano y una tumba-cama, repartidos a ambos lados del escenario."Es un rincón olvidado, cuidado", en el que resalta el lenguaje de las luces y las sombras. La música que escuchaba Bécquer en vida, por su parte, servirá para contextualizar cada secuencia onírica. La pianista Alejandra Pacheco interpretará en directo piezas de Beethoven, Chopin, Shumann o Mozart. Al ritmo de las notas musicales se irán despertando las ensoñaciones y añoranzas del poeta. Una de ellas estará dedicada a Sevilla, ciudad natal que dejó al trasladarse a Madrid, pues "la obra está hecha para Sevilla y para los sevillanos", reconoce Roca.

Las tres musas bequerianas petrificadas en la glorieta del Parque de María Luisa cobrarán vida para servir de hilo conductor de la obra. Interpretadas por las actrices Belén Lario, Antonia Zurera y Celia Vioque, canalizarán las inspiraciones de Bécquer.En algunos momentos abandonarán el anonimato para meterse en la piel del ramillete de mujeres que motivaron sus versos (Casta Esteban, Julia Espín o Josefina Espín). Pero no son las únicas que intercambian sus papeles.El narrador (el actor Ignasi Vidal) alterna hasta cuatro personajes (Nombela, Narciso Campillo, Correa) y uno de ellos es el hermano de Gustavo, Valeriano. El mayor de los Bécquer ejerció una notable influencia en la vida artística del ilustre poeta. "Los dos estudiaron Bellas Artes. Ambos dibujaban y, tal era el vínculo, que hasta sus muertes se sucedieron en menos de tres meses", afirma Ignasi Vidal, quien hace de tenor en la canción final.

El vestuario respeta la moda romántica, aunque, como bien reconoce Roca, "es un romanticismo contemporáneo". "No hacemos un teatro de época, sino que ya la misma dramaturgia corresponde a un teatro más actual". Así junto a los trajes de época de las musas y los de caballeros de Gustavo y su hermano, se cuelan algunos guiños a la tierra, como los mantones de Manila que envuelven a las tres actrices en la alegoría a Sevilla.

El Bécquer más humano, "el de carne y hueso", el que tantas leyendas ha inspirado invita esta semana a soñar de la mano de sus musas y los personajes coetáneos que condicionaron su obra.

Juan Luis Corrientes: "Fueron 24 años fascinantes"

De Bécquer se conoce hasta sus Obras Completas. "Fue un artista prolífico. 34 años fascinantes, si hubiera vivido más hubiera escrito tres tomos más". El actor Juan Luis Corrientes se ha metido de lleno en la piel de Gustavo Adolfo Bécquer, tanto que hasta responde en verso si se le pregunta sobre el espéctaculo de Producciones Imperdibles. Cuida hasta el más mínimo detalle. Todo sea, dice, para encarnar a la perfección al poeta por excelencia del Romanticismo sevillano. El protagonista de Soñando a Bécquer no oculta su alegría ante lo que considera un desafío:"Es un gran reto como actor, pues el personaje de Bécquer reúne un potencial inagotable de creatividad, misticismo, literatura... Para mí, desde luego, es un pequeño sueño hecho realidad". Corrientes reconoce que no ha sido fácil desprenderse de los tópicos que acumula el personaje: "Partimos de que es muy conocido en Sevilla. Tenemos muchas referencias de él". Si bien, para su debida caracterización ha bucedado en su obra, "eminentemente biográfica", en sus grabados y pinturas. Destaca que con este papel ha descubierto un Bécquer distinto:"Es la personficación de la lucha inagotable por hacer cosas continuamente. Esa búsqueda de dar con el yo perdido que todos tenemos dentro", explica.

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