El 3 de agosto de 2006, el Consistorio anunció el inicio inminente de la segunda fase de transformación de la N-IV a su paso por Bellavista en un bulevar. Dos años después, el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, emplazó ayer a septiembre para la adjudicación que las obras que estarán en 2010.
Si la primera fase del proyecto fue una respuesta de urgencia ante un problema que le había costado la vida a decenas de vecinos, la segunda tiene un marcado carácter integral: transformar los dos kilómetros comprendidos entre el Hospital de Valme y el límite sur del término municipal, antes de llegar a Dos Hermanas, en un gran bulevar con zonas verdes, carril bici, más acerado y, sobre todo, menos vehículos. La medida conllevará una reordenación del tráfico en la zona para que este área deje de ser una vía de paso.
El alcalde presentó ayer este nuevo proyecto. Lo hizo junto a los principales representantes vecinales -entre ellos Dámaso Lombardo, quien ha ejercido como portavoz en los últimos años-. Éstos celebraron la iniciativa. Sin cuestionarla y sin hacer excesivas alusiones al retraso y a los conflictos derivados de este proyecto que llegó a enfrentar a los ayuntamientos de Sevilla y Dos Hermanas. "Hemos conseguido evitar que haya más muertos y ahora tenemos que humanizar y mejorar la calidad de vida del barrio", apuntó Lombardo, quien recibió una peculiar advertencia de Monteseirín: "Hemos traído el diseño para que presentéis vuestras propuestas, y estamos dispuestos a incluirlas. Pero hay que tener en cuenta que si queremos cambios se pueden retrasar las obras".
El proyecto, tal y como lo presentó el alcalde a los vecinos, está presupuestado en 7,7 millones de euros y tiene un plazo máximo de ejecución de 15 meses. El alcalde afirmó que hay 45 empresas interesadas en realizar esta obra y que la adjudicación se producirá el próximo 9 de septiembre.
Si se cumplen estos plazos, el tramo de Bellavista comprendido entre el Hospital de Nuestra Señora de Valme y Dos Hermanas habrá experimentado en 2010 una gran transformación. Se eliminarán los dos pasos inferiores del centro sanitario, se construirán dos rotondas en los dos extremos, se habilitará una mediana central ajardinada, se dotará al recinto de un carril bici y se mejorarán tanto las redes de abastecimiento como las de saneamiento y se insalarán nuevas infraestructuras de telecomunicaciones.
"No somos gente de hacer operaciones de maquillaje. El proyecto no es una intervención aislada, sino que forma parte de un nuevo modelo que aparece recogido en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU)", apuntó el alcalde, quien subrayó que "hay que dejar de ver el barrio como una zona de paso y buscar vías alternativas".
Monteseirín admitió el retraso del proyecto. Es una reivindicación vecinal que arrancó hace ocho años. En 2000 comenzaron las protestas vecinales debido a los numerosos siniestros mortales que se registraron en la zona. Llegó un momento, como recordó ayer el propio alcalde, en el que se decía que "no había vecino del barrio que no tuviera un familiar o amigo afectado por un atropello en la zona". Esta situación forzó al Ayuntamiento a reaccionar y a aprobar en noviembre de 2002 una partida de 8,5 millones de euros para la ejecución de la prrimera parte de las obras. Los trabajos comenzaron en 2004. El proyecto aprobado ayer es la segunda fase de esta iniciativa. En 2010 debe estar concluido el nuevo bulevar.
