Cultura

Benito Navarrete: "Tuvo que llegar Zoido para hacer las Santas de Zurbarán, la cultura no es de izquierdas"

"Mi contrato acaba en agosto, con esta muestra doy por cumplido un ciclo"

el 04 may 2013 / 08:02 h.

La incorporación del profesor Benito Navarrete al Ayuntamiento hispalense fue interpretada por muchos como un guiño del nuevo equipo de gobierno a un sector del panorama cultural sevillano poco mimado hasta entonces por el ejecutivo anterior. Sin embargo, pronto quedó claro que su fichaje por el Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS), como director de infraestructuras y patrimonio, iba más allá de lo simbólico. Tras dos años de trabajo en la sombra, en parte por su reconocida “incontinencia verbal” con la prensa, la exposición Santas de Zurbarán: Devoción y persuasión, de la que es comisario, lo ha catapultado al primer plano con un proyecto que pretende reivindicar no sólo al pintor extremeño, sino también la faceta más cultural de esta corporación local. –Usted lleva diez años soñando con esta exposición. ¿Cómo nace Santas de Zurbarán? –Cuando hice la muestra Pinturas para el Nuevo Mundo (2000), del Spanish Institute de Nueva York, me di cuenta, al estudiar las series pictóricas de Zurbarán, que las que tenían un mayor sentido persuasivo eran las de las santas vírgenes, que además nunca habían sido analizadas monográficamente en una muestra. Ese sentido persuasivo de las obras fue muy criticado en el XVII por tratar de modificar la conducta del que miraba. Ahí me di cuenta de que ese sentido se podría extrapolar al siglo XXI y convertirse en fuente de inspiración. Pero sabía que era un proyecto que sólo se podía acometer con el respaldo de una institución pública. –Hablamos de una persuasión estética sin componente religioso. –El componente religioso está en la sala de la Devoción –la de los cuadros–._De hecho, he puesto especial interés en recrear ahí el aspecto sagrado. Es equiparable a la emoción de contemplar a El Silencio por la calle Cuna. Hay quien lo ve como algo religioso y quien lo ve sólo como arte. Abajo está la devoción y arriba, la persuasión, en la sala con los vestidos inspirados en los lienzos. Abajo está el ser. Arriba, el querer ser. Abajo, la esencia, y arriba, la apariencia. No deja de ser el retrato de Sevilla. –Antes de saber que acabaría en el Ayuntamiento, ¿no se lo propuso a Focus, cuando era asesor allí, o a otra institución? –Cuando ideé la exposición creía que era irrealizable. Nunca se lo planteé a ninguna institución porque pensaba que iba a ser entendido como una frivolidad. He tenido que llegar a un Ayuntamiento del PP y a una persona como Zoido para que crea en el proyecto. Y eso es lo que a mí me conmueve. Estoy muy cansado de que la gente identifique la cultura como algo de izquierdas. Es patrimonio de la humanidad. Nadie puede apropiarse de ella. –¿Ha conseguido en esta muestra todo lo que ambicionaba? –Sí, aunque me hubiera gustado que la Hispanic Sociaty me hubiera prestado su santa y que el Louvre me cediera Santa Apolonia. –¿No ha notado las estrecheces presupuestarias? –Nos hemos adaptado en todo momento a rentabilizar del mejor modo el dinero público. Gracias a BBVA no costará tanto. Además vamos a intentar devolver a la ciudad lo que nos ha dado. Mucho público vendrá de fuera, y eso generará riqueza, no sólo económica, sino también cultural. –¿Hasta qué punto se ha implicado personalmente en el montaje? –La muestra es de producción propia, con personal del ICAS. Para nosotros esto es muy importante, y que sean exportables. La idea es formar a especialistas. Antes el personal del Ayuntamiento se dedicaba a tramitar subvenciones. –La exposición quiere reivindicar la belleza. Un mensaje poco común en estos tiempos. –Vivimos en una sociedad obsesionada por reivindicar lo zafio. En estos tiempos de crisis de valores, la estética debe ser lo más importante. Es lo único que nos puede salvar, buscar la esencia. –¿Cuesta casar ese concepto de belleza con el de austeridad? –Entonces no haríamos nada. Lo que no es normal es lo que pasaba antes. Cuando se tenían más medios para hacer cosas, el dinero se repartía a mansalva. Ahora, con lo poco que tenemos, creamos esto. Ésa es la reflexión que deben hacer los ciudadanos. –La oposición y algunos agentes culturales han puesto en duda la idoneidad de hacer esta muestra en estos tiempos de recortes. –El mejor momento es ahora, porque es el más difícil. Es complicado rentabilizar el dinero público, pero para todos los ingredientes que lleva, esta exposición es muy económica. No hablamos del Festival Entre Culturas –organizado por el anterior equipo municipal–, que costaban cuatro o cinco millones. Hablamos de 475.000 euros, con apoyo del BBVA. Y al sevillano no le costará nada entrar y gozar de esta belleza. Creo que somos muy generosos con la ciudad. –¿Y no se podría haber implicado en el proyecto a estos empresarios y festivales? –Dígame cómo. Por concurso público han podido concurrir. La empresa del montaje es sevillana. La de transporte es internacional pero radicada en Sevilla. ¿Qué problema hay? Han ganado los mejores, y además son sevillanos. Y Eva Yerbabuena es la mejor coreógrafa andaluza del momento. –Su queja viene porque mientras se organizaba esta exposición, a sus salas y empresas se les recortaban las ayudas. –Eso es una pregunta que no debería de contestar yo, sino la delegada de Cultura. Ahí no voy a entrar, no soy la persona adecuada. –Sí tendrá opinión de las críticas de algunos diseñadores y del sector de la moda local por no haber sido incluidos en la muestra. –¿Pero esos diseñadores que se quejan están a la altura de Devota & Lomba, Elio Berhayer, Ágatha Ruiz de la Prada o Hannibal Laguna? Las instituciones deben ser ambiciosas. Y si Elio, director de la parte de moda, cree que tienen que estar esos diseñadores y no otros, no me puedo meter en su proyecto. –¿Sólo por esta muestra ha merecido la pena entrar en el ICAS? –Sólo por esta exposición ha merecido la pena conocer a Zoido. –Usted dijo al llegar al cargo que cobra aquí la mitad que en sus anteriores trabajos y que venía para cambiar cosas. ¿Se están cumpliendo sus expectativas? –Sí, pero me gustaría conseguir, cuando acabara mi trabajo aquí, que quedara en el ICAS un equipo humano preparado para afrontar este tipo de retos. –Le quedan aún dos años. ¿Hay vida después de las Santas? –No lo sé. Mi contrato es por dos años y termina en agosto. –¿Y seguirá? –[Hace una pausa y sonríe]. Son el alcalde y la delegada quienes deben decidir si quieren seguir confiando en mí. Yo doy por cumplido un ciclo. –¿Pero le gustaría seguir? –Me gustaría, por supuesto, haciendo cosas nuevas, reorganizando el patrimonio municipal, creando un equipo... Está todo por hacer. Hay bastantes proyectos en mente. "ES POSIBLE LLEVAR LA 'SANTA RUFINA' AL BELLAS ARTES" Benito Navarrete fue asesor de la Fundación Focus antes de entrar en el Ayuntamiento y, de hecho, estuvo muy implicado en la compra de la Santa Rufina, el lienzo adquirido en subasta por 12,4 millones que justificó la creación del Centro Velázquez y que aún permanece a la espera de que el Consistorio y Focus concreten un convenio de colaboración. Inicialmente estaba previsto que el Gobierno local fuera comprando a plazos el cuadro a razón de 500.000 euros anuales para actividades en el Hospital de los Venerables, algo inviable en la actual situación. “Cuando entré en el Ayuntamiento dejé mi puesto en Focus precisamente para hablar con absoluta libertad. Nadie me ha preguntado nada aún en ese sentido, pero si me preguntaran diría que el protagonista absoluto del patrimonio de Sevilla debería ser de la Junta y del Ayuntamiento, mano a mano, creando un gran museo de Bellas Artes, con la Santa Rufina de Velázquez dentro. Es posible hacerlo en este mandato, sin ninguna duda”, sostiene Navarrete. Elio Berhayer, director de la parte de moda de la exposición, ha propuesto que los vestidos inspirados en las vírgenes de Zurbarán sean el germen de un Museo del Traje de Andalucía. Benito Navarrete considera “interesante” esta propuesta, aunque recuerda que primero el BBVA, propietario de los diseños, deberá decidir cuál será su destino después de la exposición, aunque ya ha manifestado que le gustaría que quedaran en la capital hispalense.

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