El escritor italiano Umberto Eco presentó ayer en España su último libro, El cementerio de Praga, una novela precedida por la polémica por el odio a los judíos que profesa su cínico protagonista. Un personaje antipático como para Eco es Berlusconi, “un muerto viviente, un zombi muy peligroso”.
Eco, narrador, ensayista y uno de los intelectuales más respetados, siempre ha sido un gran crítico del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien hoy se someterá a una moción de censura en el Parlamento.
Durante las presentación de El cementerio de Praga (Lumen) y cuando se cumplen 30 años de la aparición de El nombre de la rosa, su primera obra de ficción, no escatimó en críticas a Berlusconi y a la actual política de recortes para el mundo de la cultura.
A Umberto Eco siempre le rodea la polémica y, a sus 78 años, y siendo “más pesimista”, ha creado para El cementerio de Praga al personaje más antipático y despreciable de la historia de la literatura. Y es que el autor traza todo un entramado histórico sobre la historia de la falsificación y el odio a los diferentes, porque el protagonista Simonini, un italiano glotón del siglo XIX que vive en París y odia a los judíos, a las mujeres, a los masones, a los jesuitas y a la vida en general, decide escribir sus memorias.
“No tengo amigos judíos (Dios me guarde)... siempre he evitado a los judíos. Quizá los haya evitado por instinto, porque al judío, como al alemán, se lo reconoce por el olor, (lo ha dicho también Víctor Hugo, fetor judaica)...”, afirma el personaje.“No sabía cómo el lector iba a acoger a este personaje y si podría confundir verdad y ficción. Así es que creé una historia folletinesca y decidí escribir una novela basada en una serie de documentos, tal vez los más odiados de la historia reciente, basados en los protocolos de los Sabios Ancianos de Sión, para reconstruir la historia del antisemitismo del siglo XIX hasta llegar a Hitler”, desgrana.
La novela es para el L’Osservatore Romano y el Vaticano toda “una sinfonía maligna”. “Esta crítica sólo ha conseguido que se vendan 100.000 copias más del libro. En Italia se han vendido en un solo mes 600.000 ejemplares. No entiendo que de una obra con este protagonista se hayan vendido tantos ejemplares. Tal vez se hayan vuelto todos locos, y se entiende, claro, votan a Berlusconi”, sentenció con humor e ironía.
Sobre las filtraciones de Wikileaks, señaló que “antes pensábamos en el gran hermano de Orwell, pero ahora son los ciudadanos los que lo ven todo. Todo es transparente y el poder necesita de un cierto secreto. No sabemos qué pasará. Quizás se vuelva a los mensajeros a caballo...”.
