Una vez fuera de la sala, Emilio Soto, uno de los portavoces de Béticos por el Villamaría, llegó a denunciar "amenazas de muerte" por parte de los invitados presentes en la sala, que provocaron la presencia policial en la misma. "Salgo para llamar a la Policía porque estamos recibiendo amenazas de muerte. Esto es una vergüenza, peor que una dictadura. Ha sido la peor junta de accionistas de todas las que recuerdo. Vamos a impugnarla y vamos a tomar medidas legales", señaló Soto.