Perquis (izquierda) y Jordi (derecha), rodeados de compañeros / Manuel Gómez
El Betis, que la semana pasada logró un buen punto en Valladolid pero también desperdició la oportunidad de acceder al liderato o, como mínimo, a los puestos de ascenso directo, tiene este domingo al mediodía la posibilidad de volver a disfrutar del placer de verse arriba, que al mismo tiempo es su único objetivo de aquí a junio. No pudo degustarlo en Pucela y Julio Velázquez confía en hacerlo este Día de la Hispanidad, aunque para ello deberá imponerse al rival que empezó esta jornada como primer clasificado: la UD Las Palmas. En todo caso, ni ganando podrá optar al liderato o al otro puesto de ascenso directo, ya que el Girona y el Valladolid ganaron este sábado y se colocan con cuatro puntos de ventaja sobre los verdiblancos.
Los amantes de los tópicos dirían que hay alerta amarilla en Heliópolis. Nunca mejor dicho. El conjunto verdiblanco libra ante el canario su segunda gran batalla consecutiva por el retorno a Primera, obviamente con la intención de quedarse los tres puntos y seguir evolucionando como equipo, que falta le hace, y al mismo tiempo se enfrenta a un enemigo inesperado: la lluvia. Cae agua sobre Sevilla desde hace horas y Meteorología ha establecido hoy la alerta amarilla. Amarilla como el color oficial de su contrincante.
El Betis ha recorrido la sexta parte del campeonato sin ofrecer aún una identidad definitiva, como si aquel primer encuentro en Sabadell fuese un resumen de lo que estaba por llegar: mal juego, pegada impresionante y extrema fragilidad defensiva, todo en uno. El problema para los verdiblancos es que su acierto ofensivo depende casi en exclusiva de la puntería de Rubén Castro; que arreglar el estropicio de su sistema de contención le ha costado más de un mes a Velázquez; y que la mediocridad en la generación de fútbol aún es una constante.
El técnico vallisoletano ha empezado la reforma por los cimientos y el resultado es dos partidos seguidos sin encajar un gol y dos tantos en contra en cinco encuentros oficiales desde Ponferrada. Adán se ha reencontrado; Perquis y Jordi, imprescindibles a falta de mejores mimbres, se asientan poco a poco como pareja fiable (algún bético habrá que tocará madera); y en los laterales parece que Molinero comienza a recordar al que tan buenas prestaciones ofreció en el Murcia, mientras que Casado, también mejorado respecto a desastres como el de El Toralín o el Albacete, tiene de nuevo la competencia (léase amenaza) de Álex Martínez, al fin disponible.
Todo este entramado se enfrenta al conjunto más peligroso de Segunda. Las Palmas es hoy por hoy el más goleador de la categoría, con 14 dianas (la media es exacta: dos por partido). Más de la mitad lleva la firma de Sergio Araujo, un joven valor argentino que se formó en Boca Juniors, pasó por el Barça B y no da crédito a su extraordinario principio.
El equipo amarillo también es el cuarto menos goleado de la división de plata. La meta defendida por Raúl Lizoain, aunque todo apunta a que hoy lo sustituirá el exbético Casto, ha recibido seis goles. Rubén Castro lleva uno más, siete, y espera ratificar que su exequipo se le da a la perfección. Si Rennella o Jorge Molina, que compiten por la plaza de acompañante, lo ayudan con goles y/o asistencias, mejor que mejor para el Betis. Por el bien del equipo y por el suyo propio, porque el fantasma de la 'Rubodependencia' de momento puede con ellos.
Falta el espinoso asunto de la construcción. Apuntalar los cimientos está bien y disponer de bonitas tejas para el techo, también, pero en medio hace falta una estructura para que todo lo demás tenga sentido. En esta segunda final consecutiva, los albañiles serán Matilla y Lolo Reyes, con NDiaye de baja por los partidos de Senegal. También sería conveniente para los verdiblancos que espabilen Cejudo y Kadir. Las finales las ganan los buenos.
REAL BETIS: Adán; Molinero, Perquis, Jordi, Casado; Cejudo, Lolo Reyes, Matilla, Kadir; Rennella y Rubén Castro.
UD LAS PALMAS: Casto; David Simón, David García, Aythami, Ángel; Hernán, Javi Castellano, Culio; Nauzet, Araujo y Momo.
Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos (C. Castellano-leonés).
Estadio: Benito Villamarín.
Hora: 12.00. TV: Canal+1.
