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Betis-Las Palmas: reacción o macrocrisis

El Betis recibe hoy a Las Palmas y para los verdiblancos no hay más alternativa que ganar. De lo contrario, la crisis se convertirá en macrocrisis.

el 28 nov 2009 / 21:56 h.

El Betis de Antonio Tapia recibe en la sobremesa a Las Palmas de Sergio Kresic. El partido no es una final, porque las finales sirven para ganar títulos y hoy sólo se disputa la decimocuarta jornada en Segunda División, pero para el entrenador verdiblanco quizás sí sea algo parecido. No a una final, pero sí a un final. El de su mandato. No significa que un empate o una derrota deriven obligatoriamente en su destitución, sobre todo porque dentro de tres días hay otro partido de Liga y la inexistencia de margen dificultaría la sustitución, pero un tropiezo desde luego lo colocaría en el borde de un trampolín muy resbaladizo sobre una piscina sin agua: en cristiano, el paro. La conjetura no parece muy aventurada: el Betis sólo ha ganado uno de sus ocho últimos encuentros, lleva tres empates consecutivos en su campo, divisa la zona de ascenso a seis puntos, ha hecho el ridículo más veces de lo que sus aficionados preferirían recordar y no juega nada, nada bien, así que sobran motivos para dudar del técnico. Y si él mismo admite como normal "que se cuestione al entrenador"...

Tapia, de todas formas, no es el único sospechoso al que la afición puede señalar como culpable esta tarde. Si cualquier parecido entre el resultado del partido y una victoria, una semana más, es pura coincidencia, los futbolistas tampoco se librarán de la bronca. Existe la posibilidad, cada vez más creíble, de que la plantilla verdiblanca no sea tan excelsa como alguien pretendió difundir al principio de la temporada, pero de ahí a que los futbolistas mejor pagados de la categoría sean undécimos media un abismo insoportable hasta para la paciencia del beticismo. Y los directivos, por último, también tendrán lo suyo, como mínimo antes del choque en el acto convocado en la puerta de cristales; después, quién sabe.

Es tal la encrucijada donde se ha metido el Betis por sus propios deméritos que la situación sólo le da una salida: vencer hoy a Las Palmas y el miércoles al Villarreal B. A ambos los recibe en Heliópolis. Lo bueno es que en teoría siempre es más conveniente jugar delante de la afición propia y que el equipo de La Palmera aún no ha perdido como local. Lo malo es que tampoco ha ganado ninguno de sus tres últimos partidos allí, que ni siquiera cuando bajó a Tercera estuvo tanto tiempo sin ofrecer un triunfo a sus seguidores y que estos, como es natural, ya han puesto la otra mejilla demasiadas veces como para seguir aguantando bofetadas de sus jugadores.

Para que este clima de crispación e impaciencia torne en tranquilidad y confianza, Tapia necesita seis puntos de seis, misión complicada para una escuadra que viene de sumar sólo ocho de 24 (tres de nueve en casa). El técnico, al menos, cuenta con casi todo lo que le ofrece la plantilla para que ese reto no sea el último de su carrera como entrenador del Betis. Pierde por sanción a dos defensas titulares, Carlos García y Nelson, pero recupera a un centrocampista también titular, Iriney, y a otro que lo fue, Juande, lo que le permitirá devolver a Arzu a la posición de central. También tendrá a Mehmet Aurelio con una semana más de preparación, con lo que el turcobrasileño estará para algo más que el cuarto de hora de su reaparición en Elche, y por supuesto hay que dar por hecha la titularidad de Emana. Queda la duda de saber quién formará el doble pivote; el que no estará ahí, seguro, es Sunny, excluido de la convocatoria después de no dar una a derechas en sus últimas actuaciones.

Y enfrente de un histórico en declive, otro. La UD Las Palmas, con los mismos puntos que el Betis pero dos puestos más abajo, sólo ha conseguido un punto en sus cuatro últimos viajes y su técnico, el ex verdiblanco Sergio Kresic, llega igual o más cuestionado que Tapia.

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