Los béticos y los sevillistas celebran sus respectivos triunfos en los dos últimos derbis, uno para cada equipo.
Betis y Sevilla se juegan esta noche algo más que una buena Feria, pues ambos llegan al derbi muy necesitados de la victoria, aunque con matices distintos. Para los béticos, después del 5-1 sufrido en la ida, es casi cuestión de honor ganar este partido, aunque sea por la mínima y de penalti injusto en el último minuto, como señalaba Amaya estos días, pues ello supondría distanciar al eterno rival en nueve puntos, afianzar sus opciones de clasificación europea en gran medida y enterrar de manera casi definitiva las de los nervionenses, lo que aunque no enjugara el average particular dejaría otras muchas necesidades cubiertas.
En las filas sevillistas la urgencia de la victoria, si cabe, es más grande aún, pues les hace falta como el comer enlazar dos o tres triunfos seguidos para que el objetivo europeo no pase a ser una quimera. Los nervionenses tienen a su favor un extraordinario balance en sus últimas visitas a Heliópolis 8 victorias, 9 empates y solo 3 derrotas en los últimos 27 años, pero arrastran un lastre pesadísimo esta temporada, en la que no ganan un partido de Liga fuera de casa desde el mes de septiembre y acumulan diez derrotas y dos empates en sus doce últimos desplazamientos, una de las peores rachas de su historia a domicilio. Números que contrastan con la solvencia que muestra el equipo en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde ha ganado todos sus partidos de 2013 siete en la que es la segunda mejor serie de los 30 últimos años, sólo superada por los once triunfos seguidos de la 2005/06, con Juande Ramos.
El Betis, más descansado. Otra circunstancia que juega en contra del Sevilla es el hecho de haber dispuesto de tres días menos para preparar el partido, pues el lunes jugó ante el Athletic un intensísimo choque que le ha pasado factura en forma de sanción Fernando Navarro y ha dejado tocados a dos hombres importantes como Fazio y Kondogbia, aunque parece que ambos podrán jugar después de haber entrenado estos días a medio gas por precaución.
El Betis, por su parte, resolvió tres días antes su choque liguero en Granada con una facilidad inusitada, sentenciando el duelo con tres goles en cinco minutos y empezando a reservar fuerzas desde mucho antes que su rival, pues en ese partido Mel incluso dejó fuera a varios titulares habituales para tenerlos en perfectas condiciones esta noche, casos de Beñat, Campbell o Juan Carlos, que no jugaron ni un minuto los dos primeros por sanción, al igual que Jesús Navas la pasada jornada.
Equipos casi decididos. A expensas de que tanto Mel como Unai puedan sorprender con una pequeña variante, los dos equipos titulares parecen bastante claros. El técnico madrileño sorprendió en los dos últimos derbis (el del 5-1 y el del 1-2) dando la titularidad a Pozuelo o Rubén Pérez, pero esta vez parece poco probable que ello vuelva a ocurrir, toda vez que el trianero ha desaparecido hasta de las convocatorias después del contencioso de su renovación.
El técnico bético cuenta con la baja en defensa de Mario y la casi segura de Nacho, y parece que optará por alinear un 4-4-2 con Rubén y Pabón arriba y Campbell y Juan Carlos en los extremos, aunque tampoco habría que descartar que prescindiera de uno de los cuatro de arriba para reforzar el medio campo con Rubén Pérez, Nosa o Salva Sevilla, especialmente con la idea de taponar las subidas de Jesús Navas.
Emery, por su parte, prepara el choque a expensas de lo que Apelación decida sobre Fernando Navarro, cuya baja le crearía serios problemas por la velocidad de los puntas béticos. Fazio y Kondogbia arrastraban molestias tras el partido con el Athletic pero ambos serán de la partida, mientras que Botía se perfila como el sustituto de Navarro. Arriba estarán los de casi siempre. Betis-Sevilla, a los dos solo les vale ganar, así que no les extrañe si empatan.
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