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Vaya papelón

Los bomberos asisten a una a mujer que se puso de parto en la taberna de esta franquicia en la Puerta de la Carne. Tanto la madre como el niño, que se adelantó y pesó 1,8 kilos, están bien

el 16 abr 2014 / 12:46 h.

bomberos-matrones Pocas veces el nombre de un bar viene tan al pelo. Y es que ¡vaya papelón! es lo que debieron pensar ayer los trabajadores y clientes que desayunaban tranquilamente en la Taberna El Papelón de la Avenida Menéndez y Pelayo al percatarse de que una mujer se había puesto de parto en el servicio del local de la conocida franquicia. Entre la estupefacción y la búsqueda de ayuda, quiso la casualidad que pasara por la puerta un bombero de servicio en un vehículo pequeño del cuerpo al que interceptaron y éste inmediatamente avisó a sus compañeros del cercano parque de la Puerta de la Carne, que «en dos minutos» se personaron en el local. La madre, Mónica, ya había roto aguas y fue llevarla a la ambulancia de los bomberos aparcada delante del bar «y no habíamos cerrado la puerta cuando César tenía ya al niño en brazos», explica Salvador Barea, uno de los bomberos-matrones que, pese a llevar seis años en el cuerpo, se enfrentó ayer a su primer parto. Para el mencionado César, Pinto de apellido y jefe de servicios sanitarios de los Bomberos de Sevilla, no fue sin embargo su primera experiencia en esta lides. «Estaba la mujer sola en el baño y cuando llegamos tenía contracciones y ya había roto aguas», relató. Se encargó de palparla y se dio cuenta de que la cabeza del pequeño ya asomaba, por lo que con un «vámonos, vámonos» arreó a Salva y sus compañeros Daniel González y Víctor Rodríguez para que la llevaran a la ambulancia mientras la clientela del bar, sin saber dónde meterse ni qué hacer, abría un pasillo para la camilla «alucinando» y con el café y la tostada en la barra enfriándose. Subiendo a la parturienta al vehículo, «con otra contracción, salió el niño. Como era pequeñito –el recién nacido pesó unos 1.800 gramos– y creo que el tercer hijo de la mujer, fue todo muy rápido pero sin complicaciones», explicó César. Eran las 10.31 horas de la mañana y una vez fuera el pequeño, los bomberos procedieron a las maniobras habituales en estos casos: estabilizar a la madre, la estimulación del pequeño para que rompa a llorar, aspirar las mucosas para liberar le las vías respiratorias y pinzar el cordón umbilical para evitar hemorragias, mientras trasladaban a madre e hijo al Hospital de la Mujer del Virgen del Rocío, donde ambos fueron atendidos de inmediato. Durante los primeros momentos en el paritorio aún el equipo de bomberos ayudó a los profesionales sanitarios. Tanto la madre como el pequeño se encuentran bien de salud, aunque el niño permanecerá unos días en la incubadora ya que ha sido prematuro al adelantarse algunas semanas el parto, según confirmaron fuentes sanitarias. No obstante, no presenta en principios graves problemas de maduración. «Es un día para estar orgulloso del trabajo», decía emocionado Salva, quien reconoció que «fue todo muy rápido, la madre estaba un poco nerviosa pero la verdad es que ha ido muy bien». «Yo ya tengo alguna experiencia de estos casos pero ha sido un parto natural y sin complicaciones», reconocía César, más curtido aunque igualmente orgulloso y satisfecho del trabajo que les tocó hacer ayer. El equipo se encontraba haciendo una guardia de 24 horas en el parque de la Puerta de la Carne pero, como señaló en un tuit el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, apenas una hora después del alumbramiento, el servicio realizado era «una gran noticia en el inicio de este Miércoles Santo». Una noticia –de la que también dio cuenta el portavoz municipal, Curro Pérez, durante la rueda de prensa de la Junta de Gobierno Local –que seguro se convirtió en la comidilla de la barra de El Papelón y corrió de boca en boca entre clientes y camareros de un bar que, _por su situación, estuvo ayer especialmente concurrido debido a _su proximidad con la iglesia y el recorrido de la hermandad de San Bernando, que hacía su estación de penitencia.

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