El escritor de origen venezolano y nacionalidad española Boris Izaguirre dijo que con su nueva novela Y de repente fue ayer (Planeta), que se presentó ayer en la feria del Libro, intenta "involucrar al lector en un viaje a la Revolución Cubana y a la que protagonizó la telenovela en Latinoamérica".
En rueda de prensa de presentación, Izaguirre, que se mostró "encantado" de participar por primera vez en la Feria del Libro de Sevilla, apuntó que la novela tiene que "involucrar al lector en un viaje en el que se relacione con imágenes, lugares, vestuarios o personajes". De esta forma, añadió que "se arropa al lector, otorgándole lo mejor del escritor y compartiendo los personajes de la obra".
El presentador de televisión señaló que la obra está ubicada en Cuba por "razones especiales", ya que intenta "narrar la experiencia de un hijo de la izquierda norteamericana con la revolución de Fidel Castro en Cuba, para quién fue una esperanza al principio, para posteriormente convertirse en un desengaño, tanto para él como para sus padres", reconoció el autor.
Cuando se cumple los 50 años de la revolución, el escritor confesó "no poder dejar pasar este hecho" para escribir esta novela, aunque reconoció que se encontró con "el problema de no conocer Cuba", lo que le ha supuesto un trabajo de documentación intenso. Sin embargo, el autor contó con la ayuda de "soñar que su Habana iba a ser Sevilla" y utilizó "la capital hispalense como inició de su reconstrucción de la ciudad cubana", cuando una mañana abrió la ventana de su hotel en la capital sevillana.
Y de repente fue ayer, según el escritor, está "plagada de símbolos" y refleja la reflexión de como "una generación creyó, apostó y luchó por un movimiento que hoy día se percibe como un engaño" como la Revolución Cubana.
La obra, según el escritor, "reúne la revolución política con la revolución de la telenovela en latinoamérica", que surgió en los años 50 en Cuba de la mano de la radionovela. Añadió que "la telenovela consiguió unir elementos narrativos, poéticos y empresariales, algo parecido a lo que aparece en la novela".
Izaguirre afirmó que la forma "más sencilla" de contar lo que quería fue con "dos amigos, Ovulo y Efraín, que se unen de forma accidental e igualmente se separan circunstancialmente". Por lo que, indicó que también se puede ver "una novela sobre la amistad, como algo elegido por las personas, como un pulso, un riesgo y una aventura con montañas y llanuras".
