La Sinfónica arrancó su ciclo de cámara de nuevo con el patrocinio del English Language Institute y con una marcado carácter escenográfico, materializado en la interpretación del Conte Fantastique de André Caplet con un fluido diálogo entre músicos y narrador, una esmerada luminotecnia y la significativa indumentaria de los intérpretes, alternando blancos y negros, quizás en alusión al piano ausente, y con referencias a la sangre (el rojo intenso de Iolkicehva) y la oscuridad (el negro de los demás) en el cuento de Poe. Las páginas de Ravel y Caplet están compuestas para el arpa cromática. Daniela Iolkicehva aprovechó bien su oportunidad de lucimiento, desarrollando un sonido anguloso, sensual y perfectamente controlado, a través de una pulsación metódica y precisa. La Introducción y allegro discurrió con un minucioso trabajo en las dinámicas y un ensamblaje perfecto de todo el conjunto, destacando la muy efectiva y concisa labor de las maderas. La Rapsodia para clarinete y piano (trascripción para cuerda, arpa y flauta) de Debussy es una de las piezas más bellas y dulces del compositor, con la que Piotr Zymyslik resaltó los timbres y colores del instrumento solista, la densidad de su armonía y sus ensoñadores matices. El Cuento Fantástico es la obra cumbre de uno de los compositores más desconocidos de su época, André Caplet. Un estudio sinfónico y programático que fue ofrecido con narración incluida, cometido que Rafael Gómez, jefe de producción de la ROSS, desarrolló con profesionalidad, voz armoniosa y relajada y una perfecta dicción, acompañado por los músicos con un elocuente sentido dramático.