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Bruselas tilda de "cáncer" las relaciones en la agroalimentación

García Azcárate asegura que se está destruyendo valor y no es sólo culpa de los supermercados.

el 01 feb 2012 / 20:24 h.

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Alimentos básicos como la leche o el aceite de oliva se han convertido en el arma arrojadiza entre las grandes superficies comerciales en los últimos tiempos en la batalla por captar clientes. Desde el campo, que sufre en primera persona la caída de los precios, muchas veces por debajo de los costes de producción, se echa la culpa a la gran distribución. Mientras, en Bruselas, opinan que es difícil encontrar un único culpable, pero que lo cierto es que la cadena alimentaria está experimentando una pérdida de valor y que en ella se está desarrollando "un verdadero cáncer" en las relaciones comerciales.

Así lo recoge Tomás García Azcárate, alto funcionario de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea en su informe El debate de la PAC post 2013 y la agricultura mediterránea incluido en el Informe Anual del Sector Agrario en Andalucía de 2010 que publica Unicaja. "Es natural buscar al malo de la película y a menudo se señala a la gran distribución. La verdad, cuando se analiza la cadena de valor, es que no es fácil encontrar al culpable", destaca en el documento.

En este sentido, añade, cuando se venden productos como la leche en Bélgica a 0,41 euros el litro o el aceite de oliva virgen extra en España a 1,66, "la cadena alimentaria no está creando valor, lo está destruyendo" y el que más lo padece, aunque todos los sufren, "es el eslabón más débil, es decir, el productor".

En cualquier caso, asegura el autor del informe que choca que esta parte de la cadena denuncie márgenes abusivos a la vez que señala que la distribución realiza ventas a pérdidas. "[...] Esta tendencia se ha visto facilitada por el desarrollo de un verdadero cáncer en las relaciones comerciales de la cadena alimentaria", afirma. En concreto se refiere a que dentro de la cadena alimentaria nadie se preocupa, ni distribución ni intermediarios, de lo que se le paga al agricultor.

El representante de la CE pone de ejemplo a los productores de aceite de oliva en Andalucía, a los que achaca el no buscar soluciones estructurales a "un problema estructural" -algo que sí está haciendo el sector lácteo con la concentración de la oferta- y los acusa de poner parches a sus problemas, como es pedir ayudas para el almacenamiento privado.

"La actual guerra abierta de todos contra todos no aventaja a nadie: ni a los consumidores, que a medio plazo ven peligrar su abastecimiento, ni a los ciudadanos, que van a tener que pagar con impuestos las consecuencias de tanta lucha para rebajar costes, ni a los defensores del medio ambiente, que observan su degradación, ni a las propias empresas, que luchan por la cuota de mercado", sentencia. Así, aboga por promover buenas prácticas, hacer más transparente la cadena y reforzar la capacidad negociadora de los agricultores a través de asociaciones.

En otro informe recogido en la misma publicación, la doctora en Ingeniería Agrónoma Alicia Langreo Navarro carga las tintas contra la gran distribución e indica que la gran presión ejercida por esta sobre los precios "va más allá de lo que sería lógico de acuerdo a la caída del consumo" y que tienen que ver no tanto con la cadena alimentaria como con el proceso de concentración que vive el sector y con su estrategia de hacer caja.

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