El escolta estrella de Los Ángeles Lakers, Kobe Bryant, decidió no jugar los dos últimos partidos de la temporada regular que aun le faltan a su equipo por disputar para poder recuperarse mejor de la fractura que sufre en el dedo índice de la mano derecha.
Bryant después de haber descansado la pasada semana dos partidos para recuperarse de la inflamación de rodillas, regresó el domingo ante los Trail Blazers de Portland con una derrota de los Lakers por 91-88 y dijo que iba a jugar lo que restaba de competición de la temporada regular.
Sin embargo, el equipo informó hoy, lunes, de que Bryant desea tener más tiempo de descanso para que también pueda mejorar de la lesión del dedo.
Bryant dijo a los periodistas al concluir el partido contra los Trail Blazers que sus planes eran estar con el equipo para jugar los dos últimos partidos y ponerse en mejor forma.
Más tarde fue el mismo Bryant quien envió un mensaje de texto al entrenador de los Lakers, Phil Jackson, para decirle que había cambiado de opinión y "probablemente no podría jugar los últimos partidos por la forma como se sentía", manifestó el técnico.
Bryant arrastra la fractura del dedo índice de la mano derecha desde el pasado 11 de diciembre cuando los Lakers se enfrentaron a los Timberwolves de Minnesota y desde entonces ha jugado 52 de los 59 partidos disputados por el equipo con distintos vendajes y métodos de protección.
La estrella del equipo se ha perdido varios partidos, pero debido a una lesión en el tobillo izquierdo el pasado febrero y un tendón de la rodilla derecha en marzo, pero ésta es la primera vez que causa baja por la lesión del dedo.
"Creo que ha sido una acumulación de cosas", señaló Jackson. "Está un poco castigado a estas alturas de la temporada y además hay que recordar que lleva dos o tres años jugando muchos partidos".
Bryant está comprometido con el equipo y el mismo se exige la responsabilidad de salir al campo para ayudar en cada partido a que los Lakers se mantengan con la aspiración de renovar el título de campeones de la NBA.
Antes de que se lesionase el dedo índice derecho, Bryant consiguió su mejor porcentaje de acierto en los tiros de campo con un 49,3, mientras que desde diciembre lo ha bajado al 45,6 y en los 14 años de profesional, su promedio es del 45,5 por ciento.
Sin embargo, Jackson piensa que los fallos de Bryant en los tiros a canasta, el domingo anotó 8 de 23, se deben también a la ejecución de los mismos y no tanto al factor físico.
"Pienso que el mayor problema está en la selección de los tiros", señaló Jackson. "Está haciendo algunos que son poco naturales con su estilo y eso le ha llevado a bajar su porcentaje".
Los Lakers ahora ya sólo piensan en el próximo 18 de abril cuando comiencen en su campo del Staples Center la primera ronda de la fase final, en la que tendrán como posibles rivales a los Trail Blazers de Portland, Thunder de Oklahoma City o Spurs de San Antonio.
Hasta entonces, Jackson considera que Bryant, aunque no dispute los dos últimos partidos contra los Kings de Sacramento y Los Ángeles Clippersm tendrá el tiempo suficiente para estar preparado.
"Estoy pendiente de la situación, pero para nada me preocupa demasiado", comentó Jackson. "Vamos a contar con los días suficientes en los que haremos entrenamientos duros para que adquiera su mejor estado de forma y ritmo", agregó.
