Cada andaluz desperdicia 69 kilos de comida al año, lo que supone 300 euros por persona, según un estudio de Save Food de Albal, que señala que en el conjunto de la región se tiran 578 toneladas de comida al año, con un valor de 2.500 millones de euros.
Los andaluces afirman ser una de las regiones que menos excedentes de comida producen, pero el informe apunta a que es la región con el porcentaje más elevado de desperdicios de comida evitables, concretamente el 10,4 por ciento del peso total de alimentos adquiridos.
En cuanto a los hábitos de compra, los andaluces van con más frecuencia a comprar que la media, por detrás de los gallegos. Se observa, además, un elevado grado de impulsividad en sus compras, especialmente en lo relativo a promociones y descuentos. Como contrapunto, Andalucía es una de las regiones que más utilizan productos específicos para conservar los alimentos en la nevera o el congelador.
El informe de Albal también señala que el 51 por ciento de los desperdicios generados por los andaluces se corresponde a frutas y verduras, mientras que el 20 por ciento, a carne y pescado. La mala conservación es el principal motivo por el que se producen esos desperdicios (28 por ciento), seguido muy de cerca por la falta de planificación (25 por ciento).
Andalucía es una de las regiones con los niveles más bajos de planificación en los menús, el segundo más bajo después de Cataluña. Galicia y Andalucía son las regiones con mayor frecuencia de compra de alimentos, con medias de 15,8 y 15,2 compras al mes, respectivamente. En el extremo opuesto se sitúan Cataluña y País Vasco, con 13,1. A mayor frecuencia de compra, menor desperdicio de alimentos.
Guiomar Uriarte, responsable de Marketing de Albal, explica que "parte del problema radica en que la mayor parte de los consumidores no son conscientes de la cantidad de alimentos que tiran a la basura. Muchos están convencidos de que no desperdician nada, aunque la realidad no es esa".
"Prácticamente el 50 por ciento de los alimentos que desechamos podría evitarse si nos planificáramos mejor a la hora de ir a la compra, si conserváramos los alimentos de forma correcta y con los productos adecuados, y si los guardáramos adecuadamente en el frigorífico", ha apuntado.
