Después de un año, la Guardia Civil ha desmantelado una organización dedicada al tráfico de inmigrantes entre Marruecos y España, deteniendo a seis personas en Cádiz, Sevilla y Murcia. Se les acusa de diez homicidios por el naufragio de una patera en Barbate (Cádiz) en junio de 2009, más los delitos de trata de seres humanos, asociación ilícita y delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y contra la salud pública.
Según informó el Instituto Armado, las investigaciones relacionadas con la denominada operación Patera 7 se iniciaron el 29 de junio de 2009, cuando en las costas de Barbate naufragó una patera que llevaba a 40 personas. Al parecer el patrón realizó una maniobra inapropiada, situándose en paralelo a la orilla de la playa originando la pérdida de estabilidad de la embarcación. Resultaron diez personas fallecidas, entre ellas el propio patrón de la patera siniestrada.
La Guardia Civil, para identificar a las personas fallecidas en el naufragio, comisionó a un grupo de agentes pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz a la Embajada española en Rabat (Marruecos), que lograron reconocer a todos los fallecidos mediante la toma de muestras de ADN de familiares de las víctimas.
Durante un año de investigación, la Guardia Civil realizó numerosas gestiones en coordinación con las autoridades marroquíes para el esclarecimiento de los hechos, logrando identificar y detener entre los supervivientes a tres hombres que formaban parte de la mafia de tráfico de personas.
De esta forma la Guardia Civil pudo determinar que detrás del naufragio existía una organización dedicada al traslado de personas vía marítima en embarcaciones no aptas para tal fin entre Marruecos y España, a cambio de una cantidad de dinero predeterminada que rondaba los 1.500 euros.
La operación Patera 7 permitió desmantelar esta organización delictiva de trata de personas, que estaba distribuida en varias facciones, y concluyó con la detención de los principales cabecillas. En Marruecos se desmanteló el aparato de captación de los inmigrantes que pagaban por cruzar el Estrecho, y en España la facción encargada de acoger a los viajeros y llevarlos a varios puntos del territorio nacional, sobre todo a Murcia, donde los hacinaban de forma muy precaria en pisos, hasta que les encontraban un trabajo ilegal igualmente precario y de bajo salario. La operación sigue abierta, porque ahora la Guardia Civil quiere investigar a los empresarios españoles que contratan ilegalmente a estos inmigrantes, por si estuvieran vinculados con las mafias.
Detenciones. Las detenciones se produjeron en Cádiz, Sevilla y Murcia. En Cádiz se identificó y detuvo a tres integrantes, el jefe de la expedición y dos controladores del viaje. En Murcia arrestaron a dos personas más y tras el registro domiciliario de dos pisos, encontraron a tres marroquíes hacinados de forma muy precaria, cuya estancia en España era irregular. En Sevilla fue detenida una sexta persona integrante de esta organización delictiva.
Justo ayer, el delegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, informó del número de inmigrantes llegados a las costas andaluzas en patera durante el mes de julio de este año, que descendió en torno a un 35 ó 40% con respecto al mismo periodo del año anterior, un dato que "sigue la línea" de los últimos años en los que, observó, se ha reducido paulatinamente la llegada de ciudadanos del norte de África en situación irregular.
López Garzón indicó que en el año 2004 llegaron a las costas de Andalucía del orden de unos 13.000 inmigrantes sin papeles, si bien los datos de 2009 revelan que este número descendió hasta alcanzar los 5.500 extranjeros detenidos. La disminución de las llegadas en un 50% en el primer semestre de 2010 en comparación con los primeros seis meses del año anterior, tiene su razón a causa de varios factores como las reuniones y acuerdos alcanzados entre el Gobierno central los gobiernos de los países emigrantes.
