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Caixabank aplaza a después del verano que 'cara' tendrá la Torre Pelli

No ha tomado aún la decisión final sobre el escudo cerámico previsto contra el calor. El revestimiento se iniciará cuando el vidrio cubra la mitad de las plantas

el 27 jul 2013 / 23:35 h.

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Cuando el vidrio se asoma ya por la undécima planta de la torre Pelli conformando sus cristaleras, el promotor y propietario del edificio, Caixabank, aún no ha decidio qué apariencia final tendrá el rascacielos, y no lo hará hasta después del verano. El escudo de placas de cerámica contra el calor que iba en principio a determinar su fisonomía diferenciándolo de otros gigantes de hormigón y cristal aún es hoy la gran incógnita, pese a que por estas fechas tendría que estar despejada. No hay prisas, dicen en la entidad. La seguridad es y será siempre lo primero. PELLINo existe demora en los trabajos, explican fuentes próximas a la obra. “Todo sigue en orden y según lo planificado”. Y si la colocación de las lamas de cerámica –a modo de persiana que cubre la parte superior del ventanal– no se ejecuta en estos momentos, otras labores la sustituyen, pero el tiempo nunca se pierde. Tan milimetrado está que ni tan siquiera se permiten ahora las visitas ajenas –salvo las lógicas de inspección– para así no alterar el ritmo de los ascensores de carga, los únicos instalados. Insisten en la cuestión de la seguridad de los materiales, objeto todavía de validación final. Todos los elementos exteriores se siguen sometiendo a examen. Y nada de correr, recalcan. Seguridad, funcionalidad, sostenibilidad energética y ambiental, diseño y estética marcarán la decisión final, pero la primera es condición sine qua non para el resto aunque ello implique precindir de la cerámica sustituyéndola por el alumino extrusionado (modelado pero con gran resistencia), muy utilizado en los rascacielos por su facilidad para trabajarlo y también –y esto es clave– por su ligereza. No en vano, los marcos son de aluminio, y a éste irán adosadas las lamas en principio de cerámica gracias al fino tubo que llevarán en su interior. Este gres porcelánico color terrizo (marrón claro) sería una característica propia de la torre Pelli, aunque la apariencia del aluminio extrusionado sería prácticamente idéntica. Lo cierto y verdad es que la instalación del vidrio –es transparente, no de espejo como en otras torres, con doble capa y baja emisividad, de forma que en invierno reduce la salida de calor interno y en verano permite un gran aislamiento del exterior, de ahí el consiguiente ahorro en calefacción y aire acondicionado– se realiza a planta por cada seis días. Y con semejante ritmo, no será al menos hasta la vigésima cuando Caixabank, previa conclusión de los constructores y del arquitecto de la torre, César Pelli, anunciará el material empleado. A la par de los trabajos en la fachada, el interior es también un hervidero de profesionales de todo tipo, desde electricistas hasta instaladores de ascensores. De hecho, en algunas de las plantas se están colocando ya los falsos techos. Y en la estructura metálica que corona la torre, la pintura aplicada permite apreciar el color terracota que tendrá el conjunto del rascacielos. En este complejo trabajará una media de 700 trabajadores durante éste y el próximo año, según la información facilitada por la entidad financiera catalana cuando adjudicó la finalización de la torre a la constructora Dragados, empresa filial del grupo ACS. En el banco consideran que Sevilla ha asumido como suya la torre y ha pasado ya la polémica sobre su construcción y altura. Precisamente el pasado día 17 se cumplieron siete años desde que se pusiera la primera piedra del edificio. Si todo va bien, estará concluido en el segundo semestre de 2014, con cuatro años de retraso. Es la última estimación temporal.

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