"2010 será duro y habrá baile de fusiones". Cajasol mandó ayer a sus directivos semejante sentencia, confirmándoles, pues, que la entidad está dispuesta a afrontar procesos de integración para ganar dimensión y fortaleza.
Las palabras se escucharon en la segunda convención de mandos de la caja de ahorros, que congregó ayer en Sevilla a más de mil directivos procedentes de todas las comunidades autónomas en las que la entidad está implantada. Según directivos presentes en la cita, tal sentencia partió de Antonio Pulido, su presidente.
Las intenciones de Cajasol, que no fueron expuestas ayer a los mandos, pasan por estudiar la integración con Caja Badajoz, Caja Extremadura y Caja Guadalajara, así como echar cuentas para determinar si conviene hacer una oferta por Caja Castilla-La Mancha, intervenida por el Banco de España y cuyo proceso definitivo de adjudicación tendrá la próxima semana su pistoletazo de salida. En este cuarteto inicial se engendra el baile de fusiones.
En el encuentro, y según fuentes de la caja, se habló de la mejora de la solvencia que había traído la última emisión de preferentes, por valor de 250 millones de euros, de forma que la ratio (mide los recursos y las reservas en relación con los activos bajo riesgo o, por así decirlo, su capacidad de pago) "ha subido al 14%", y sigue por encima de la media de las cajas de ahorros y de la banca -el dato arrojado en el primer semestre era del 13,2%-
En lo que va de ejercicio, además, los gastos generales de la entidad "se han recortado un 18%", y eso conlleva una mayor eficiencia (es la relación entre gastos e ingresos, o cuánto le cuesta cada euro que obtiene). La morosidad, según las fuentes, ha menguado, y su control sigue siendo objetivo prioritario. A 30 de junio pasado, la mora era del 3,8% -de cada 100 euros en créditos, 3,80 o no se recuperan o son de difícil retorno-.
Por lo demás, Pulido expuso a los presentes los actos del 175 aniversario del nacimiento de la caja.
